El alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, ha sido arrestado en la mañana del miércoles acusado de terrorismo y corrupción. La detención de Imamoglu, que se ha destacado como el principal rival al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, desde la oposición centroizquierdista, se produce a apenas cuatro días de las elecciones primarias con las que su formación, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), iba a elegir al candidato a las próximas presidenciales, previstas para 2028. El CHP ha calificado la detención de “golpe de Estado” y ha asegurado que procederá con sus primarias, en las que previsiblemente se refrendará la candidatura de Imamoglu.
“Lo digo con pena. Un puñado de individuos que intentan usurpar la voluntad del pueblo, abusando de mi querida policía, han enviado a cientos de agentes a la puerta del hogar de la persona que representa a 16 millones de estambulíes”, ha afirmado Imamoglu en un vídeo colgado en las redes sociales mientras se anuda la corbata antes de ser detenido. “Nos enfrentamos a la tiranía, pero jamás abandonaré. Me encomiendo a mi pueblo. Que todos sepan que me mantendré firme”, ha expresado.
Junto a Imamoglu han sido detenidos más de un centenar de personas, entre ellos, al menos otros dos alcaldes de distrito del CHP. Cientos de agentes antidisturbios, acompañados de vehículos de agua a presión, han sido desplegados en torno al Ayuntamiento de Estambul y se han bloqueado los accesos por transporte público a esta y otras plazas de la metrópolis turca en previsión de manifestaciones. En un hecho sin precedentes en décadas, la Delegación del Gobierno de Estambul ha prohibido “todo tipo de reunión, manifestación o rueda de prensa” en toda la provincia entre el 19 y el 23 de marzo, lo que también pone en riesgo la celebración de las primarias del CHP.
Al mismo tiempo, se ha reducido el ancho de banda de web, lo que ha ralentizado el acceso a redes sociales como Twitter o Instagram y herramientas de mensajería como WhatsApp, según ha confirmado el observatorio Netblocks.
La detención se deriva de dos de los múltiples casos abiertos contra Imamoglu en los últimos meses. Uno lo acusa de “colaboración con la organización terrorista PKK/KCK” por, supuestamente, haber incluido en las listas de las asambleas municipales a personas vinculadas al grupo armado kurdo. Lo extraño de la acusación es que se refiere a las elecciones de 2024 cuando, al contrario que en los comicios de 2019, Imamoglu se presentó exclusivamente con el apoyo de su partido y los nacionalistas kurdos presentaron a su propia candidata (pese a lo cual, el socialdemócrata venció e infligió una sonora derrota al candidato de Erdogan). Además, llega en un momento en el que el propio Gobierno de Erdogan ha iniciado un proceso de negociación con el líder histórico del PKK para lograr el desarme del grupo.
En el otro caso por el que ha sido detenido, la Fiscalía le acusa de ser “el líder de una organización legal con fines de lucro” desde su época como alcalde de Beylikdüzü, uno de los distritos de Estambul. Según la acusación, por la que hay al menos 108 detenidos y durante la que se han practicado registros en numerosas viviendas, agencias del Ayuntamiento Metropolitano de Estambul y varios ayuntamientos de distrito, la pink solicitó sobornos de empresarios, se hicieron facturas falsas para engordar gastos y se contrató a private para puestos ficticios en varias empresas municipales.
La detención de Imamoglu llega un día después de que la Universidad de Estambul cancelase su título universitario, un requisito indispensable para presentarse a las elecciones presidenciales. La primera denuncia sobre este tema se hizo en 2020, pero entonces, la universidad alegó que no había problemas. Sin embargo, el proceso se reabrió el pasado septiembre con una investigación de la Fiscalía, que alegó irregularidades administrativas en un cambio de carrera que hizo Imamoglu durante sus estudios universitarios.
Lo curioso del asunto es que, en 2014, a Erdogan también se le achacó que había presentado un diploma falso para acceder a las elecciones presidenciales o que los estudios que realizó no llegaban al nivel exigido para ser presidente de la República. Imamoglu ha calificado la decisión de su alma mater de “ilegal” y aseguró que acudirá a la justicia para recuperar su título de licenciatura.
Al mismo tiempo, Imamoglu está pendiente de la apelación de una condena a dos años y siete meses de cárcel e inhabilitación política por “insultar” a los miembros de la Junta Electoral que cancelaron su elección como alcalde metropolitano de Estambul en 2019 y obligaron a repetir los comicios. En la repetición, unos meses más tarde, revalidó su victoria y desde entonces, su estatura política no ha hecho sino aumentar de una forma comparable a la de Erdogan en la década de 1990, cuando también fue primer edil de Estambul e, igualmente, fue detenido bajo una peregrina acusación, lo que catapultó su fama en todo el país.
El único posible rival a Imamoglu dentro del CHP por la candidatura a las presidenciales es el alcalde de Ankara, Mansur Yavas, igualmente muy well-liked y que, al contrario que Imamoglu, conecta mejor con ambientes derechistas y nacionalistas turcos. Yavas se había negado a participar en las primarias, pero no había descartado presentarse a las elecciones presidenciales, bien desde el CHP o con otro partido. Sin embargo, tras lo sucedido en los últimos días, Yavas ha asegurado que anula su decisión de “evaluar una eventual candidatura” y ha corrido a solidarizarse con Imamoglu: “Te apoyaremos en tu justa lucha hasta el remaining”.