Dos nuevos libros de importantes escritores afincados en Estados Unidos y el Reino Unido analizan con lupa las secuelas catastróficas de la destrucción de Gaza, y un saldo de a 62.000 muertos hasta la fecha, según la revista ‘The Lancet’ entre ellos 18.000 niños.
Pero el novelista egipcio-estadounidense Omar El Akkad y el historiador indio-británico Pankaj Mishra no centran su mirada en los escombros físicos en Gaza, sino en los escombros morales de las sociedades occidentales que han facilitado la masacre.
“Mirar al otro lado mientras ocurre esto ha hecho un daño irreparable a nuestra alma”, cube El Akkad, cuyo nuevo libro “Un día todos habremos sido contrarios a esto” (Canongate, febrero de 2025) se puso a la venta en Londres la semana pasada.
Aunque los comentaristas liberales arremeten contra el populismo autoritario de políticos como Donald Trump, el verdadero peligro para los valores occidentales ha sido la complicidad con el genocidio de Gaza, sostiene El Akkad, de origen egipcio, que pasó su juventud en Qatar antes de mudarse con sus padres a Canadá.
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Cuando una persona “se encoge de hombros ante la masacre de niños, (…) desactiva la maquinaria de su conciencia“. Esto “provoca una profunda disaster ethical”, dijo en la presentación del libro la semana pasada en la librería Conduit de Covent Backyard en Londres.
Gaza “será recordado como el momento de fractura (…)millones de personas van a mirar a Occidente, el supuesto guardián de las normas, la cuna del liberalismo moderno, y decidir que no quieren tener nada que ver con eso”, escribe El Akkad.
Tampoco volveremos a ser iguales en el ámbito de nuestras relaciones personales, continúa el escritor de 43 años, que vive actualmente , con su mujer e hija, en el inside del estado de Oregon en el oeste estadounidense. Un ”abismo infranqueable“ se ha abierto entre quienes han sido ”deliberadamente inconscientes“ ante la masacre, y ”otra parte de la sociedad que, tras ver el horror, no puede seguir como antes”, escribe. “Hay amistades que jamás serán recuperadas”.
Es lógico pensar que el mensaje esta demoledora denuncia, que combina elementos de Yo acuso de Zola y Ante el dolor de los demás de Susan Sontag, calará hondo. En parte, porque viene del mismo autor que la apocalíptica novela American Struggle, que fue un éxito de ventas en EE.UU. en 2017. En parte, tambien, porque otro libro sobre la catástrofe ethical de Gaza, una antología póstuma del poeta palestino Refaat Alareer, que fue muerto por una bomba israelí en Gaza el año pasado, titulado Si yo debo morir, fue uno de los libros más vendidos en Estados Unidos en enero rozando la lista de bestsellers del New York Instances, algo insólito para un libro de poemas
El libro póstumo del poeta palestino Refaat Alareer fue un exito de ventas en EE.UU.
Como resumió un miembro del público en el evento londinense que incluía a escritores de renombre como Geoff Dwyer, el impacto ethical de las casi 100.000 toneladas de explosivos – mas que en la segunda guerra mundial, mas que en Hiroshima y Nagasaki- que han caído sobre Gaza “es como una nube tóxica que envenenará y corromperá nuestras sociedades”.
Pankaj Mishra coincide en su nuevo libro El mundo después de Gaza,(Random Home, febrero de 2025) en que la complicidad de los gobiernos occidentales en los crímenes cometidos en Gaza pasará una enorme factura a la percepción de los valores de en Europa y EE. UU., en un momento de fuerte ruptura ideológica. “Ningún desastre es comparable con Gaza por el efecto insupportable para la conciencia colectiva (…) pesará sobre nosotros”, cube en una entrevista difundida esta semana por la revista Overseas Coverage.
Para el autor de La edad del ira , la censura y la represión de las protestas contra la masacre marcarán un punto de no retorno. “Gaza es un presagio perturbador para nuestras sociedades porque, incluso antes de la elección de Trump, ha emergido un clima en el que incluso políticos democráticos no solo han dado luz verde a lo que hace Israel, sino que también han decidido suprimir toda voz crítica, por moderada que sea”, dijo.
El propio Mishra -nacido en 1969 en Jhanis en el norte de la India- es víctima de la censura. Fue forzado a abandonar su columna semanal en la agencia Bloomberg por las críticas que hace a Israel. La invitación a pronunciar un discurso sobre Gaza en el Centro Barbican en Londres fue retirada. Denuncia “un despotismo en instituciones como museos, universidades, medios y editoriales (…) que se vuelve más punitivo conforme a se acelera la masacre de los inocentes en Gaza”.
Mishra fue forzado a dejar su columna en Bloomberg por sus críticas a Israel
El Akkad, que ha trabajado como corresponsal de guerra para el diario canadiense Globe and Mail, dirige su acusación más fuerte contra los periodistas y los medios de comunicación. Compara el infame bulo del gobierno israelí sobre los bebés decapitados el 7 de octubre en Israel, con la desinformación publicada las armas de destrucción masiva que dieron una supuesta legitimidad a la invasión de Irak en 2003. Ambos abonaron el terreno para “el aniquilamiento sistematico”.
Pese al horror, tanto El Akkad como Mishra ven esperanza en la movilización juvenil contra el genocidio. “Hay estudiantes de universidades de élite, muchos de ellos jóvenes judíos, que han devuelto la llave de oro para protestar contra lo que ocurre en Gaza”, dijo El Akkad. Mishra coincide: “La resistencia solo puede llegar de gente que no ha sido corrompida por la patología, que creen que para sobrevivir no hay que aplastar a otros“, dijo en la entrevista. ” Creo que son los jóvenes quienes han hablado con más sinceridad sobre este tema y se acordarán este momento traumático, estos 15 meses que probablemente serán más, para sacar la lección de que hay que empatizar con pueblos oprimidos y sentir compasión. Necesitamos que esos valores se mantengan vivos, porque en estos momentos están siendo despreciados”.