La Casa Blanca ha confirmado este miércoles que se encuentra en negociaciones directas por primera vez con el grupo islamista palestino Hamás para la entrega de rehenes estadounidenses en Gaza y el fin de la guerra en la Franja. En su rueda de prensa semanal, la portavoz del presidente Donald Trump, Karoline Leavitt, ha dado a conocer que hay “conversaciones y contactos en curso” lideradas por el enviado presidencial para la liberación de rehenes, Adam Boehler.
El paso representa un giro significativo en la política exterior estadounidense, pues nunca hasta ahora Washington había conversado directamente con Hamás, al que Estados Unidos considera un grupo terrorista desde 1997.
Boehler, ha subrayado Leavitt, “tiene la autoridad” para tratar con la organización palestina. “Es un esfuerzo de buena fe para lograr resultados buenos para Estados Unidos”, declaraba la portavoz, que indicaba que Israel está al corriente de estos contactos.
Las conversaciones entre el enviado estadounidense y representantes del grupo islamista se vienen desarrollando en Doha desde hace semanas, según había adelantado el digital Axios. Parte de los esfuerzos, según el medio, se centran en la liberación del estadounidense Edan Alexander, de 21 años y el último rehén en Gaza de esa nacionalidad que aún queda por libertar y sigue vivo. El joven apareció en un vídeo publicado por Hamás en noviembre de 2024.
Hasta ahora, Estados Unidos había actuado como mediador en las negociaciones entre Hamás e Israel para poner fin a la guerra en Gaza, aunque sus contactos con el grupo palestino habían sido indirectos, a través de los mediadores árabes Egipto y Qatar.
El lunes, un portavoz del Departamento de Estado había indicado que el enviado de Trump para las negociaciones en Oriente Próximo, Steve Witkoff, se plantea regresar a la zona en los próximos días. Witkoff, amigo private del presidente, trataría de negociar una prórroga a la primera fase del acuerdo de alto el fuego e intercambio de prisioneros en Gaza, que expiró el pasado sábado después de que las partes no llegaran a un acuerdo para continuarla, o lanzar la segunda.
La primera fase entró en vigor el 19 de enero, un día antes de la investidura de Trump, y ha posibilitado el intercambio de 33 rehenes israelíes y cinco tailandeses en Gaza por más de 2.000 presos palestinos detenidos por Israel. Hamás aún retiene 59 rehenes en la Franja, de los que las fuerzas israelíes han confirmado que 35 han muerto. Los servicios de inteligencia de ese país consideran que otros 22 siguen vivos, y se desconoce la situación de los dos restantes.
Desde el fin de la primera fase del alto el fuego los combates en Gaza no se han reanudado, pero Israel ha detenido la entrega de la ayuda humanitaria a la Franja, lo que ha vuelto a agitar la posibilidad de una hambruna en un territorio donde el 90% de la población, 1,9 millones de personas, han quedado desplazadas por la guerra.