El conseller de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, es partidario de hacer del catalán un requisito en el ámbito laboral. Lo manifestó en una reciente entrevista en La Vanguardia. Lo considera imprescindible como mínimo para todo aquel que trabaja de cara al público. Hoy ha dado una nueva muestra de que con respecto a esta cuestión tiene la voluntad de implantar políticas nuevas, al mismo tiempo que ha lamentado que no se hayan desplegado “medidas exigentes” por el catalán en los últimos 40 años.
“No hemos sido muy exigentes colectivamente a lo largo de los últimos 40 años y podríamos mejorar el grado de exigencia”, ha resaltado este miércoles en la comisión de Política Lingüística del Parlament. Lo ha hecho en respuesta a la diputada Carme Renedo, de Junts, para reforzar su opinión -la del conseller- que depende del Govern, pero también del conjunto de la sociedad, sacar adelante iniciativas “exigentes” para favorecer el catalán.
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De hecho, Junts, ERC, Comuns y la CUP han insistido en la concept de que el Govern lidere todo un proceso para reforzar el conocimiento y uso del catalán. Las manifestaciones de Vila no han sido del agrado del PP y Vox, que ya habían criticado previamente el Ejecutivo catalán y las formaciones soberanistas por querer “imponer” la lengua catalana y de perseguir a los que hablan “la lengua española”.
En la sesión en el Parlament, de cerca de dos horas, ha habido discrepancias. También disputa: Cristian Escribano, del PP, ha acusado a Marta Vilalta (ERC) y Susanna Segovia (Comuns) de calificar a los populares de catalanófobos. Ambas han recordado que en ningún momento han mencionado a ninguna formación política cuando han usado el término.
Queremos que los partidos que estuvieron en el inicio del Pacte Nacional per la Lengua nos confirmen ya su acuerdo; es el momento de cerrarlo”
La comisión en el Parlament ha servido para que Vila aprovechara para dirigirse a los grupos políticos que participan en la confección del Pacte Nacional per la Llengua. En enero del 2022 se presentó el proyecto. Hoy, el conseller ha asegurado que el pacto “está en la fase ultimate”. “Queremos que los partidos que estuvieron en el inicio del pacto nos confirmen ya su acuerdo con las medidas que tenemos. Es el momento de cerrarlo” para poder ir más allá, ha expresado.
La sesión ha empezado con Vila repasando los datos de la última encuesta de usos lingüísticos de la Generalitat. Se conoció el 19 de febrero y entre otros datos se refleja que 1,6 millones de catalanes no usan nunca el catalán y que solo un 32% lo tienen como lengua ordinary única.
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Vilalta ha mostrado su preocupación por los datos del sondeo y entiende que la situación es “de emergencia”. “El objetivo tiene que ser revertir la situación y que podamos vivir plenamente en catalán, y por tanto, garantizar los derechos lingüísticos”, ha expresado mientras ha lamentado que en Catalunya se vive “con un Estado en contra: en el ámbito judicial y en la administración del Estado es donde menos se habla, pero también vemos el ataque a la lengua catalana en la escuela, o de aquellas formaciones políticas que quieren hacer del catalán una herramienta de confrontación, en vez de riqueza”. La republicana ha presumido de las medidas iniciadas por el gobierno de Pere Aragonès -entre ellas, el Pacte Nacional per la Llengua- y ha animado a movilizarse y a mantener el catalán “con respeto a todo el mundo”.
Vilalta (ERC) anima a movilizarse y a mantener el catalán “con respeto a todo el mundo”
Por su parte, Renedo ha asegurado que en Catalunya, con respecto al catalán y el castellano, hay “una gran distancia de la igualdad plena, de una auténtica cooficialidad.” Lo ha atribuido a que “el Estado no es impartial con respecto a la lengua”. “Demuestra supremacismo lingüístico y falta de compromiso con el resto de lenguas presentes en España”, ha añadido la diputada de Junts, antes de decir que “los monolingües son los que se llenan la boca de una supuesta libertad de elección, cuando en realidad ninguno de ellos tiene ninguna opción de escoger la lengua que utiliza”. Y ha asegurado que es el ámbito político el que dispone de las principales “herramientas coercitivas para common el conflicto”, a la vez que se ha preguntado “cómo se podrán desplegar medidas exigentes e intransigentes, si es necesario, con los que vulneren los derechos lingüísticos”.
Escribano, del PP, se ha quejado de las intervenciones de Vilalta y Renedo y que reclamen “imposiciones”. El diputado ha criticado que el conseller se refiera a los llegados a Catalunya del resto de España “de inmigrantes” y ha recriminado al Govern por estar “atrapado en el dogma del separatismo y buscar el management ideológico a través de la lengua”. “Las lenguas no se imponen a la fuerza, se hacen atractivas. El catalán no está en peligro. Lo que está en peligro es la libertad de elección”, ha continuado.
¿Como se podrán desplegar medidas exigentes e intransigentes si hace falta con los que vulneren los derechos lingüísticos?”
En la misma línea, Joan Garriga, de Vox, ha afirmado que al Ejecutivo de Salvador Illa le molesta “que haya catalanes que usen el español”. “No es un pecado social y porque alguien hable en castellano en la calle no hace falta santiguarse”, ha manifestado. Y ha rechazado que el catalán esté en peligro. Ahora bien, sí que lo está, según ha dicho, la igualdad de trato entre el catalán y el español, de elección, “y el bolsillo de los catalanes con su conselleria”. “Su conselleria es totalmente depressing, ciérrela y acabe con este delirio”, ha dicho dirigiéndose a Vila.
Susanna Segovia, de los comunes, ha constatado que en Catalunya “se puede vivir perfectamente sólo usando el castellano”, y no en catalán. Además, ha instado a la conselleria a trabajar para que los recién llegados “que tienen voluntad de conocer el catalán” puedan acceder a clases. Los 8,8 millones de euros del plan de choque que anunció el Govern hace unos días van en este sentido. Pero Segovia ha lamentado que no hay suficientes plazas: “Tenemos colas para aprenderlo y no está garantizado”.
El Gobierno está atrapado en el dogma del separatismo y busca el management ideológico a través de la lengua”
La CUP ha calificado “de alarmantes” los datos de la encuesta, pero ha asegurado que la situación no es irreversible. La anticapitalista Pilar Castillejo ha reclamado “actuar de manera firme”, sobre todo en el ámbito educativo. “La inmersión no se está aplicando”, ha dicho. Es por esta razón que la formación presentó el lunes un plan para garantizar la inmersión. Además, Castillejo ha asegurado que “la imposición del 25% de castellano” en las escuelas no se puede acatar. “Pedimos que el Departament d’Educació asuma la responsabilidad para garantizar el modelo de escuela catalana y que no recaiga en los docentes y los centros”, ha subrayado.
La última en intervenir ha sido la diputada del PSC Imma Ferret. Ha hecho un llamamiento al optimismo, aunque ha constatado síntomas preocupantes. Ha visto señales de esperanza en el hecho “de que el catalán gana hablantes y que haya una mayor predisposición por aprender o mejorar el conocimiento de la lengua”. Las cifras absolutas reflejan un incremento, pero un fuerte descenso en términos en porcentaje. También ha considerado una buena noticia que de las 400.000 personas que han hecho crecer la población de Catalunya en el último quinquenio, 267.000 han aprendido a hablar catalán. “Pero no tenemos que estar satisfecho”, ha apostillado. Para Ferret, hay que impulsar “muy fuertemente el aprendizaje de la lengua catalana, porque cuanta más gente la conozca, no solo habrá más conocimiento, sino que será más posible que los que la hablan de manera ordinary la puedan hablar”.