La polémica por la condonación de una parte de la deuda autonómica aprobada el miércoles pasado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), con el escenográfico plantón de las comunidades del PP, sobrevoló ayer, a la espera de ver su evolución hasta que se concrete en una proposición de ley que pueda tramitarse en el Congreso, los actos del día de Andalucía.
El presidente andaluz, el widespread Juan Manuel Moreno Bonilla, aprovechó la ocasión para poner en solfa el “ilusionismo contable” de la quita propuesta por el Gobierno de izquierdas para cumplir sus pactos con ERC y, a pesar de que su comunidad, la de mayor población de España, sería, según las tablas que exhibe el Ministerio de Hacienda, la principal beneficiada, rechazó el perdón de la deuda.
Y lo hizo nada menos que ante la artífice de la propuesta, la también andaluza María Jesús Montero, que dejará la vicepresidencia primera y el Ministerio de Hacienda para ser la aspirante del PSOE a arrebatarle la presidencia al PP en las próximas elecciones autonómicas.
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“Sin una financiación justa para nuestra tierra, sin los recursos que nos corresponden y que exigimos, el autogobierno de Andalucía se diluye y los derechos de los andaluces se limitan”, advirtió Moreno en su discurso de clausura de la gala oficial de conmemoración de la festividad, celebrada en el teatro de la Maestranza de Sevilla.
Para el líder andaluz, en línea con el argumentario desgranado por los consejeros de Economía y Hacienda de las catorce comunidades y ciudades autónomas en las que el PP tiene responsabilidades de gobierno tras abandonar el CPFF, lo que propone el Ejecutivo de PSOE y Sumar es “algo que no resuelve ningún problema”, porque, además, implica “traicionar” el espíritu de igualdad entre los diferentes territorios de España al que responde el 28-F, que conmemora precisamente el referéndum que en 1980 culminó la larga lucha por la plena autonomía de Andalucía.
En este contexto, Moreno reiteró la denuncia que su consejera Carolina España había formulado en Madrid –donde dijo que los andaluces no verían ni un euro additional por el procedimiento de “cambiar de bolsillo la deuda” para “privilegiar” a Catalunya– y subrayó que Andalucía necesita dinero “contante y sonante”, porque “el que solo existe sobre el papel no paga carreteras ni construye hospitales ni colegios”.
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De ahí que el líder andaluz, que estuvo arropado por los dos vicesecretarios del PP meridional en la ejecutiva de Génova, Elías Bendodo y Juan Bravo, insistiera en no confundir “solidaridad con ingenuidad” y abogara por “mantener la caja común de todos los españoles que sostiene el Estado de bienestar”.
Por su parte, la ministra de Hacienda, que se quedó atónita por el boicot orquestado por los consejeros del PP antes incluso de llegar a debatir el punto del orden del día en el que aparecía la quita, volvió a razonar, como entonces, que cuando el dinero esté sobre la mesa, esto es, aprobado por las Cortes, también las comunidades que se levantaron se sentarán para obtener más recursos y llevarse una porción del millonario pastel.
Montero, que ya había hablado el miércoles tras el CPFF de la “conducta infantil” del PP, auguró ayer que “más allá de la pataleta y de esta actitud irresponsable”, los gobiernos autonómicos en manos de la formación que lidera Alberto Núñez Feijóo, cuya oposición, entiende, obedece más a causas de estrategia política partidista que al interés common, también “terminarán firmando los convenios” para beneficiarse de una quita que alivie su deuda.
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“Son 83.000 millones menos de deuda que se queda el Estado, y un ahorro de intereses de casi 7.000 millones de euros, e incluso se pueden superar”, explicó Montero, que rebatió de ese modo a la consejera de Economía y Hacienda de la Junta, quien había alegado en Madrid que los intereses, 140 millones anuales en el caso de Andalucía, quedaban fuera del convenio.
Y otro andaluz, el coordinador common de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, terció también en el debate del debe y el haber autonómico a cuenta del CPFF y calificó de “irresponsable” al presidente de la Junta, de quien dijo que está “cavando su propia tumba política” al no querer acogerse al perdón financiero del Gobierno central.
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Para Maíllo, cuya formación forma parte de Sumar, socio minoritario del Ejecutivo de Pedro Sánchez, con el rechazo a la condonación de una parte sustancial de la deuda, el líder andaluz se “somete” a lo que desde Madrid le ordenan Feijóo y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. “Por mucho que se envuelva bajo la bandera blanca y verde, realmente, la única bandera de Moreno es la del PP y la de los especuladores a los que abre las llaves de las puertas de los servicios públicos”, manifestó el izquierdista.
Asimismo, el líder de IU recordó que la deuda de la que hoy se habla es “injusta”, porque deriva, según analizó, de la “política de recortes” que hizo el gobierno de Mariano Rajoy a partir de la disaster económica del 2008, cuando la amenaza de la intervención europea desencadenó una reducción del gasto estatal en servicios públicos.
