Más Madrid mantiene su postura contraria a la construcción de un circuito de fórmula 1 en la capital. Hoy mostrará su malestar y defenderá las irregularidades medio ambientales en el Plan Especial, que el PP va a aprobar en el Ayuntamiento.
Este es el primer paso relevante que el consistorio, que dirige José Luis Martínez-Almeida, va a dar de cara al inicio de las futuras obras. Se trata del cuadro normativo necesario para conceder en poco tiempo la licencia de obra a las constructoras y así la construcción del circuito urbano podría arrancar.
“Proceso abiertamente irregular”
Rita Maestre, portavoz de Más Madrid, en el Ayuntamiento de la capital, explicó hace unos días que su partido “emprenderá acciones judiciales al considerar que el proceso es abiertamente irregular”.
Fuentes de Más Madrid explican a La Vanguardia que los abogados del partido “están estudiando cómo abordar la demanda”, puesto que hay diferentes frentes que tratar.
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Entre las diversas irregularidades que percibe Más Madrid resaltan dos. Por un lado, el tema medioambiental y, por otro, el tema económico. “Isabel Díaz Ayuso prometió que ni un euro del dinero de los madrileños se destinaría a este evento, pero ya van 137 millones en licitaciones”, subrayó Maestre. A ese importe hay que añadir los 47,5 millones de gasto recogidos en el Plan Especial. De ahí, que hasta ahora la factura se eleve a 184,5 millones para los madrileños.
Tirón de orejas de la Comunidad de Madrid
Por el lado ambiental, Más Madrid apunta que inicialmente el proyecto recogía la tala de 729 árboles, cifra que ahora se ha rebajado a 549 árboles. En cualquier caso, esos árboles se quieren trasplantar, pero el concejal de la Comisión de Urbanismo de Más Madrid, José Luis Nieto, recuerda que “al ser árboles con más de 30 años de vida no es fácil su continuidad”. Otro punto que Más Madrid critica es que lo que se está haciendo desde el punto de vista urbanístico “es una chapuza, puesto que Ifema se va extender hacia zonas verdes”.
Desde el partido también denuncian que la construcción se tramite con una licencia temporal, pese a que las obras son de carácter estructural y se prolongarán durante años, una cuestión que Maestre consideró como “una forma de saltarse los controles administrativos y vulnerar la legalidad”.
De hecho, el Ayuntamiento de Madrid recibió un tirón de orejas de la propia Comunidad de Madrid, que le ha obligado a incorporar al proyecto medidas cautelares en cuanto a la afección al ruido y la afección al arbolado.