A Montse Clavé se le desbarataron los planes un día del verano pasado, cuando el editor Julián Lacalle se puso en contacto con ella. Siete años después de la muerte de Paco Camarasa, compañero de vida y de aventuras culturales y negrocriminales, la dibujante, ilustradora y activista no quería abrir la puerta de un pasado que aún dolía. Pero la oferta, al last, fue de las que no se pueden rechazar. El resultado, la reedición de un mito en el mundo de la novela negra, un libro que llevaba rondando unas pocas estanterías de manera casi clandestina desde que Montse y Paco lo autopublicaron en 2004: Guide práctico de cocina Negra y Prison (Pepitas de Calabaza).
Hablamos con ella en Barcelona, durante el vigésimo aniversario de BCNegra (del 10 al 16 de febrero), ese competition por el que Camarasa y Clavé se dejaron la piel en las primeras 12 ediciones. Vuelve, emocionada, de una presentación multitudinaria en el mercado de La Boquería, de la mano de Carlos Zanón, precise comisario de esta fiesta barcelonesa y common de la novela negra y autor del prólogo de este guide. Hace tiempo que cerró su Negra y Criminal, una librería que actuó como bomba de fragmentación en medio de un género al que le faltaba ese impulso en España. “Al principio le dije a Julián que no. En estos siete años no me he acercado para nada a BCNegra, ni he tenido ninguna actividad relacionada con el mundo de la novela negra, porque han sido siete años que he necesitado, después de la muerte de Paco, para resituarme y alejarme de la intensidad de todo esto. Y sabía que si reeditaba el libro todo volvería a aflorar. Pero resulta que luego pensé que realmente period un libro que estaba muy bien y que me daba mucha rabia, y decidí que el pobre tendría una segunda oportunidad”. Clavé (Cádiz, 79 años) habla como escribe, con alegría y estructura, con claridad y fuerza, y deposita de manera suave sus ojos azul grisáceo en el interlocutor, invitando a seguir la conversación tras cada respuesta.
El libro es una delicia que se lee y relee, se usa como guide y como descubrimiento librero, un mapa inagotable que propone un viaje por el género negro en el que a cada receta le corresponde un texto de la autora sobre el personaje o la escritora que la inspiran. Pasamos del conejo a la cazadora, cocinado por la invisible Adelina para el mítico Montalbano, a la caldeirada del Tatuaje de Vázquez Montalbán o la sopa de cebolla de Maigret. Y así con casi 50 recetas y un menú last de regalo. Es un libro práctico pero nada convencional, que empieza con una ensalada de apio y un homenaje a la Thérèse Raquin de Émile Zola. “Pero es que yo soy así. Soy así. Nunca he pensado en hacer las cosas por hacer, o en hacerlas como le gusta a la gente”, comenta antes de dejar claro que el libro es el de 2004, con el prólogo ya citado y los elegantes linograbados de Carlos Baonza como únicas novedades. Tanto es así que hay algunos autores y personajes hoy prácticamente olvidados junto a otros clásicos eternos. Si tuviera que elegir de entre estos últimos, se quedaría con Maigret, como buena aficionada a George Simenon. “Fue el primero, luego muchos bebieron de él. Además, soy muy afrancesada”, explica.
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Siempre ha habido mucho detective de ficción mal alimentado, sobre todo en el norte de Europa, por eso hay ocasiones en que la generosidad de Clavé la lleva a prestarle una receta de su inagotable arsenal (en su faceta de divulgadora culinaria encontramos El sabor en los grandes viajes o Cocinas de allí-aquí, entre otros). “Cuando montamos la librería, como venía del mundo de la gastronomía en los últimos años, leí los libros con una deformación profesional, mirando cómo los autores les ponen sombrero, hacen que beban, que sea tal, que estén deprimidos; pero yo me preguntaba: ¿qué comen?, ¿qué beben?”. Y de ahí, al libro que unía dos de las grandes pasiones de su vida. Pero este Guide práctico de cocina Negra y Prison no solo se come, también se bebe: el lector toma un Irlandés “caliente” con Philip Marlowe, un Talisker single malt de 10 años con Sam Spade o un Bloody Mary (con las medidas de vodka y zumo de tomate “exactas”) acompañado de la excéntrica historia creativa de Kaminsky.
El libro vale tanto para amantes de la cocina como de la novela negra; también sirve, para quienes se quieran iniciar en el género, como guía de lectura, porque Clavé es tan buena lectora como fue buena librera: se pasó años en su “cueva de Aladino” del barrio de la Barceloneta leyendo y leyendo desde otra perspectiva, buscando claves que el lector encontrará en esta obra.
“La cocina fue muy importante para la supervivencia de la librería durante 13 años”, confiesa para unir los dos universos. Todos los sábados preparaba unas espectaculares cazuelas de mejillones (que nacieron de la solidaridad con los marineros afectados por la catástrofe del Status) en unas presentaciones de libros con autores nacionales e internacionales que se convirtieron en un punto ineludible para los amantes del género durante años.
Furibunda antifranquista de palabra y obra, activista cultural de la Barcelona bulliciosa y brillante de los setenta, a Clavé no le gusta la urbe de ahora —“no existe, es un decorado. Supongo que pasa en todas las grandes ciudades”— ni la cocina contemporánea —”prefiero la fashionable, de la que cada vez queda menos”—. Volviendo al libro, nos propone un menú: bloody mary, mejillones y pollo con mole. No será ella quien lo cocine, puesto que casi no practica. “Hace falta dinero y compañía”, aporta como única explicación, pero recupera pronto el tono vibrante.
Afirma Zanón en el prólogo que “los responsables de que en nuestro país, la novela negra tuviera las hechuras, la altura y el peso, los vínculos con otras literaturas y el equilibrio justo entre el entretenimiento y la poética literaria fueron la librería Negra y Prison”. Es un legado increíble, ¿no? “Bueno, me quedo de piedra. Es precioso. Además, cube cosas que me han sorprendido, porque es la primera vez que lo veo en un artículo de un hombre, que cube ‘gracias a la intuición de Paco y la inteligencia de Montse’. Entonces, esto generalmente suele ser al revés, ¿eh?”, remata con orgullo en la mirada. Igual no fue tan mala concept abrir determinadas puertas.