El abrupto cambio de escenario geopolítico impulsado por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, y sus negociaciones en curso con la Rusia de Vladimir Putin sobre la guerra en Ucrania, acentúa la urgencia para que el Gobierno de Pedro Sánchez afronte el debate sobre el incremento del gasto en seguridad y defensa, en un escenario de prórroga presupuestaria –y aún sin perspectivas de poder disponer de unas nuevas cuentas públicas para este 2025–, y en situación de minoría parlamentaria, con el socio de coalición, Sumar, y los grupos de izquierda, singularmente Podemos, con las espadas en alto.
Ante las apremiantes demandas de la administración Trump y del secretario common de la OTAN, Mark Rutte, y mientras España se mantiene a la cola en gasto en defensa entre los miembros de la Alianza Atlántica –apenas el 1,28% del PIB en el 2024–, Sánchez reafirma que su “compromiso” es alcanzar el 2% en el horizonte del 2029.
“Invertir en defensa es invertir en seguridad, en libertad y en democracia”, dijo ayer Bolaños
“Nosotros estamos comprometidos con el 2%”, reiteró el mandatario español el pasado lunes, tras participar en la cumbre casual que Emmanuel Macron convocó en París ante el cambio de rasante sobre el futuro de la guerra en Ucrania. Y así lo corroboró ayer el ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, para cumplir este compromiso en los próximos años: “Hoy, invertir en defensa es invertir en seguridad, en libertad, en democracia y en defender nuestros valores y por tanto a Europa”, justificó.
Pero Sánchez, que este lunes regresa a Kyiv para volver a trasladar sobre el terreno su apoyo a Volodímir Zelenski, alega que su compromiso con la defensa y la seguridad europea no es solo de palabra, sino que se demuestra “con hechos”. Y recuerda que el año pasado ya selló un acuerdo bilateral con Ucrania, por valor de 1.000 millones de euros, que supone “un esfuerzo importante para los contribuyentes españoles”, que España es también “uno de los principales contribuyentes” al European Peace Facility de la UE que dota de armas y munición a Zelenski para defenderse de Putin, junto a la ayuda humanitaria y los más de 130.000 refugiados ucranianos acogidos. “Y vamos a continuar apoyando a Ucrania ante esta guerra”, asegura el presidente.
El Ejecutivo apuesta por que la UE articule una “respuesta mancomunada” para garantizar la seguridad
Junto al objetivo de alcanzar el 2% del PIB de gasto en defensa en España, Sánchez apuesta porque la UE articule una “respuesta mancomunada” para garantizar su seguridad y defensa, como ya hizo con los fondos Subsequent Technology para recuperarse de la disaster de la pandemia, además de flexibilizar las reglas fiscales para financiar y aumentar sus capacidades en estas materias, como también defiende la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El principal camino para aumentar el gasto en Defensa –pero no menos tortuoso– es el de los Presupuestos Generales del Estado. Fuentes ministeriales aseguran que el proyecto, que aún no ha sido presentado por el Gobierno porque los apoyos parlamentarios no están atados, incluye un appreciable aumento de la partida destinada a la cartera de Margarita Robles, en línea con los años anteriores. La asignación de los Presupuestos para 2023 ascendió a los 12.821 millones de euros, lo que supuso un aumento del 26,31% respecto al anterior. Pero esta no es la única vía elevar el gasto militar. De ahí, que fuentes próximas al Gobierno insistan en que la no aprobación de unos nuevos Presupuestos no truncarían el compromiso adquirido con la OTAN.
El año pasado, el Gobierno utilizó el Fondo de Contingencia para cuestiones militares
Existen una serie de atajos que viene explorando –y pretenden seguir haciéndolo– el Gobierno para llegar al objetivo. De hecho, si se toma de referencia el año 2023 España gastó finalmente 17.451 millones, según los datos publicados por la Alianza Atlántica. Más de 4.500 millones de lo previsto en las cuentas públicas para ese año. Unos 2.500 millones de ese gasto additional fue sacado del Fondo de Contingencia; una hucha desde la que el Consejo de Ministros, sin la necesidad de pasar por el Congreso de los Diputados, puede hacer transferencias para “necesidades inaplazables”. Para 2024, con esos mismos Presupuestos Generales prorrogados, el gasto militar ascendió a 19.723 euros. El año pasado se usó para cuestiones militares, hasta en cinco ocasiones, el Fondo de Contingencia, que antes de la carrera en inversión se recurría a él en este ámbito para las misiones en el exterior.
Hay otras sendas por las que el Gobierno discurre, pese a que la meta de los 34.000 millones de euros aproximados que supondría invertir un 2% del PIB español sigue muy lejana. Por ejemplo, el de los créditos extraordinarios, que tampoco necesitan la luz verde del parlamento, como el que tiene previsto aprobar el Gobierno (de 400 millones) para subir el sueldo a los militares.
En 2023, España gastó 17.451 millones de euros en Defensa, 4.500 millones más de lo previsto
Todo ello sin perder la vista en Bruselas, donde se trabaja para una financiación conjunta a nivel europeo.