En 1968, los principales diarios deportivos de Espaa resumieron la closing de la Copa del Generalsimo entre el Actual Madrid y el Barcelona con un titular: Rigo, campen!. Se referan al rbitro Antonio Rigo, colegiado del partido, al que acusaban de haber fallado en el encuentro a favor del conjunto cul, ganador del trofeo. Hoy, ms de medio siglo despus, los rbitros se mantienen en el ojo de un huracn de tensin constante en el que tambin participan clubes, medios e instituciones. El Caso Negreira puso bajo sospecha a gran parte del estamento, multiplicando la crispacin, que adems tiene como teln de fondo la guerra entre el Madrid y el CTA. La carta del conjunto blanco a la RFEF y al Gobierno tras el arbitraje en Cornell dinamit la ya endeble, y escasa, calma tensa que pudiera haber. Eso, el Caso Negreira, es la particularidad espaola, pero la situacin es tensa tambin lejos de nuestras fronteras. Y aqu el nexo de unin se llama VAR.
En Mxico, el Chivas, uno de los equipos grandes de la liga, pidi los audios del VAR al Comit de rbitros acusndoles de manipulacin. Les suena? En Italia, el Milan, como el Madrid, ha enviado una carta al Comit quejndose por los arbitrajes. As el ftbol es un caos, dijo Gasperini, tcnico del Atalanta, sobre el VAR. Ya basta, reclam Cesc Fbregas, entrenador del Como. En Turqua, el rival del Galatasaray se fue del campo tras recibir un gol de penalti. En Inglaterra, el Nottingham Forest acus al colegiado de su encuentro ante el Luton de ser aficionado rival. En Portugal hubo un enfado maysculo por la actuacin del colegiado durante el Benfica-Bara. En Suiza, el Sion denunci al VAR ante el TAS por su no utilizacin durante las semifinales de Copa. En Blgica, el Anderlecht-Genk se tuvo que repetir por un error del VAR, que aplic normas de forma incorrecta. La lista es infinita.
Ese caos, como lo resume Gasperini, ha llevado a los Comits de rbitros de las cinco grandes ligas europeas a programar una reunin de presidentes el prximo mes de abril en Budapest, segn pudo confirmar este peridico. Hay mal rollo y tensin en todos los pases, admiten fuentes cercanas a los rbitros. Tienen dos frentes: por un lado, las constantes crticas de los clubes y cmo hacer frente a ellas. Por otro, los propios problemas del VAR, su utilizacin y su gobierno. Esto ltimo est a debate en cada liga, sea el formato que sea, con la misma conclusin: est mal.
Una reflexin que tambin se tena en los sesenta, cuando los clubes elegan a sus tres rbitros favoritos para que les dirigieran durante el curso. Pero claro, haba algunos, como Rigo, que tenan trabajo todas las semanas. En los ochenta lo dejaron en manos del presidente del Comit, pero esa decisin unipersonal dur poco. Sorpresa, a nadie le pareca bien. Ahora tenemos una comisin con un representante de la RFEF, otro de la Liga y otro de consenso. Y ya saben el resultado: polmica.
El gobierno arbitral en Europa
En Inglaterra y Alemania, el Comit de rbitros es un ente autnomo, cada uno a su manera, caso distinto al de Italia, Espaa y Francia, donde depende de las Federaciones nacionales. Es uno mejor que otro? Funciona mejor determinado mecanismo? Por las guerras y quejas que hay en cada competicin, parece que no. Javier Tebas, presidente de LaLiga, prefiere el modelo ingls, en la misma lnea, curiosamente, que el Actual Madrid, que insiste en dotar de transparencia al estamento arbitral. Louzn, que tiene el poder de elegir al presidente del Comit, prefiere no modificar el sistema y s cambiar al jefe de los rbitros, con Medina Cantalejo en el disparadero de cara a closing de temporada.
Transparencia es la palabra mgica en todo esto. La primera que sale en cada pas cuando se debate sobre los rbitros. Pero, en qu se concretara? En Espaa, cuyos rbitros han estado concentrados estos das mientras la Federacin cerraba la investigacin sobre las empresas de Munuera Montero, resuelta ayer con la exoneracin del colegiado, pues no existe conflicto de intereses a ojos del Comit de Cumplimiento Normativo, todos piden transparencia.
Ascensos y descensos
Quieren, los clubes y los propios colegiados, que se hagan pblicos los informes y los criterios para los ascensos y descensos, la gran gallina de los huevos de oro en nuestro ftbol. Una plaza entre los 20 rbitros de LaLiga otorga un sueldo de ms de 300.000 euros al ao, un billete de lotera que cada temporada cae en el bolsillo de unos pocos y cuya decisin, ahora mismo y segn fuentes del colectivo a las que ha podido acercarse EL MUNDO, crea, palabras textuales, desconfianza.
Negreira period la persona clave en ascensos y descensos en su poca y los requisitos, informes y razones para las decisiones actuales siguen sin estar claras. Los rbitros, en privado, piden que todo se haga pblico y que sea una decisin ms estadstica que private. Y los clubes claman a su antojo. El Madrid ha subido la velocidad de su crtica desde el Caso Negreira y estalla pblicamente ante cada error en su contra. El resto, un da deslizan junto a LaLiga, en esa guerra eterna entre Tebas y Florentino, una sancin al Madrid por criticar a los colegiados y al otro hacen un comunicado quejndose. Mientras, se ha creado una ‘Comisin de la reforma del sistema arbitral‘ en la que han salido elegidos como representantes de los clubes el Sevilla, el Betis (ambos por delante en votos del Rayo y el Madrid), el Granada y el Albacete.
Y luego tenemos el VAR, nexo conector de las crticas, herramienta que vena a arreglarlo todo, a actuar slo en errores flagrantes y que ha terminado transformando el arbitraje. Ya no determine el juez de campo, sino que ste tiene una espada sobre su cabeza que constantemente analiza sus posibles errores. En pblico agradecen la ayuda, dicen los rbitros cuando hablan, pero en privado, sin nombres, porque nadie quiere exponerse, existe miedo a fallar en el csped y, a veces, una actitud demasiado intervencionista desde la sala VOR.