El idilio entre Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y Elon Musk, el hombre más rico del mundo, marcha viento en popa. La pareja lo escenificó este martes en horario de máxima audiencia en una entrevista grabada y emitida en la cadena de noticias conservadora Fox Information, la primera que concedían juntos. Los intentan enfrentar, pero lo suyo es más fuerte, dijo Trump.
“Un día me llamó Elon”, recordó el presidente, “y me contó: ‘¿has visto que tratan de separarnos? Y le contesté. “Absolutamente”. Lo presentan como noticias de impacto, porque quieren hacerme daño diciendo que he cedido el management de la presidencia, que ‘el presidente Musk’ participa en los asuntos de mi gabinete. Pero no lo están consiguiendo. Nadie en toda la historia ha tenido peor prensa que yo. Solía pensar que [los medios que lo critican] eran buenos, pero no lo son, porque si no, habrían logrado que no fuera presidente. Pero, ¿sabes lo que he aprendido, Elon? Que la gente es inteligente. Que lo pilla. Que entiende lo que estamos haciendo”. Trump también aseguró que antes de conocer a Musk lo respetaba “aunque no entendiera algunas de las cosas que estaba haciendo”, pero sí, que eran “muy avanzadas”
Musk, que solía votar demócrata, relató que el intento de asesinato del entonces candidato fue lo que le decidió a acercarse a él, y definió a Trump como “un buen hombre injustamente atacado en los medios”. “He pasado mucho tiempo con él en estos meses y nunca lo he visto hacer ni una sola cosa malvada, merciless o errónea”, afirmó. Juntos prometieron “miles de millones de dólares” de recortes en la Administración estadounidense.
El entrevistador period Sean Hannity, veterano locutor conservador y viejo colega de Trump, y el tono fue amistoso desde el principio, por decirlo de un modo educado. “Llevo siendo su amigo [de Trump] desde hace treinta años y nunca le he visto ser malo con nadie”, contó, antes de declarar que entre sus objetivos esa noche estaba “comprender más sobre la relación entre ambos” y lograr que el público conociera a Elon “un poco mejor”.
La conversación se emitió horas antes de que se cumpliera el primer mes de Trump en la Casa Blanca, que también también es el primer mes de Musk, dueño de la automovilística Tesla, la crimson social X, la astronáutica Area X, entre otras empresas, al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). La entidad, de nuevo cuño, tiene el encargo de adelgazar los gastos de la Administración y el tamaño de la burocracia estadounidense. El plan es ahorrar entre dos y tres billones de dólares y la tarea ha empezado con una oferta masiva bajas incentivadas, que han aceptado unos 75.000 funcionarios, y el despido de decenas de miles de empleados públicos.
Por ese papel, Musk ha recibido críticas demócratas por poner patas arriba la Administración, pese a que “nadie lo eligió en las urnas”, la reprimenda de los jueces que han parado muchas de sus iniciativas en los tribunales y la acusación de algunos medios y juristas de que está “provocando una disaster constitucional”.
“Supongo que eso significa que estamos haciendo algo bien”, se justificó el magnate, que vestía su uniforme routine, traje y camiseta negra con mensaje, esta vez: “Apoyo la tecnología”. “El presidente es el representante electo del pueblo, y nosotros estamos restaurando eso. Y si la burocracia se opone a la voluntad del pueblo e impide que el presidente ponga en práctica lo que el pueblo quiere, entonces vivimos en una burocracia y no en una democracia”. El trío también criticó especialmente el gasto de la Agencia Estadounidense de Cooperación Internacional, primer objetivo del DOGE, por “gastar enormes cantidades de dinero en el extranjero y no en lo que los estadounidenses necesitan”.
Trump, que prometió que el tsunami de recortes no afectaría a la Seguridad Social, ni a “[los programas asistenciales Medicaid y Medicare”, se mostró muy satisfecho con el trabajo de Musk. “Quería encontrar a alguien realmente inteligente. Y no encontré a nadie más inteligente que él”, afirmó. “Yo firmo los decretos y él, y su equipo de un centenar de genios [fichajes del DOGE] los pone en práctica. Es increíble”.
Musk, que recordó que no cobra por su trabajo en la Administración relató cómo ha afectado a su vida la amistad con el presidente de Estados Unidos. “Antes, la izquierda me adoraba. Ahora ya no tanto”, dijo. También habló de algo que definió como “el síndrome de trastorno inducido por Trump”, cuyos síntomas, añadió, observó en una fiesta de cumpleaños de un amigo en Los Ángeles, “algo así como un mes o dos antes de las elecciones [de noviembre]”. “Mencioné su nombre . ¡Y fue como si les hubieran disparado con un dardo en la yugular cargado metanfetamina y [el virus de la] rabia”, afirmó. “No te das cuenta de lo actual que es [ese síndrome] hasta que [comprendes que]… no puedes razonar con la gente”.
Y ahí, Hannity volvió a dar la razón a Musk. “Cuando eres amigo de Trump, pagas un precio por ello”, dijo el presentador, a lo que el magnate añadió que después de hacer público su apoyo por la candidatura del republicano, de cuya campaña se convirtió en el mayor donante, con más de 260 millones de dólares, aprendió que desde ese momento, cuando entraba en una habitación, todos le miraban “con mala cara”. “Si las miradas pudieran matar, ya habría muerto varias veces”, añadió entre risas.
Period su primera entrevista conjunta, pero no la primera vez que ambos hablaban con la prensa. La semana pasada, en uno de los momentos más extraños del arranque de la segunda presidencia de Trump, los dos comparecieron en el Despacho Oval, junto al hijo de cuatro años del magnate. Musk explicó entonces las motivaciones de su trabajo al frente de DOGE, admitió que se cometerían “errores” y prometió que los admitiría y los arreglaría. Trump que permaneció callado la mayor parte de la media hora que duró el encuentro con los medios, respaldó el trabajo desarrollado por el magnate. Ambos dijeron que el DOGE estaba encontrado grandes cantidades de “desperdicio, fraude y abuso” en la Administración estadounidense, pero no ofrecieron pruebas de ello.
Hannity no las necesitó para afirmar cuando presentó su entrevista con el fondo falso de la Casa Blanca que “esto es sólo el comienzo”. “Ladrillo a ladrillo, dólar a dólar, centavo a centavo, el pueblo estadounidense está recuperando su país de las garras de una burocracia fuera de management”, afirmo.
Por la tarde del martes, Trump, que pasó la jornada en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, firmó un puñado de decretos, como acostumbra cada día desde que regresó a la Casa Blanca, y respondió a las preguntas de la prensa. Entre las órdenes firmadas había una dedicada a ampliar el acceso y reducir los costos de la fertilización in vitro, así como un memorando presidencial pidiendo “requisitos radicales de transparencia” por parte del Gobierno, lo que, según sugirió, podría reducir el gasto innecesario.
También se refirió a Musk y a la noticia, surgida por la mañana desde la Casa Blanca, de que Musk es simplemente un “asesor principal del presidente”, y no “un empleado del DOGE”, por lo que “no tiene autoridad para tomar decisiones”. “Puedes llamarlo empleado, consultor, lo que quieras, pero lo que es en realidad es un patriota”, sentenció por la tarde Trump en Florida.