La ‘omert’ es el cdigo de silencio de la ‘Cosa Nostra’ siciliana que deben cumplir todos sus miembros, en especial en sus declaraciones ante la polica. En caso contrario, son considerados delatores, traidores. El ftbol tiene su propia versin de la ‘omert’: Lo que pasa en el campo, se queda en el campo. No siempre se cumple y, cuando lo hace, afecta nicamente a los implicados. La opinin del resto es libre. Mapi Len y Daniela Caracas mantienen el cdigo de silencio despus de que la azulgrana tocara los genitales de la jugadora del Espanyol en un derbi. Un acto claramente sexista, aunque se produjera entre dos mujeres. Cuando Mchel toc los genitales de Valderrama, hace ms de 30 aos, fue objeto de escarnio y de debate nacional hasta provocar una actuacin de oficio de la justicia deportiva y una sancin econmica para el madridista. La accin de Mapi, en cambio, nada, ni sancin ni intervenciones de la poltica, siempre con tantos reflejos para ponerse en primera fila ante cualquier gesto o insulto sexista, homfobo o racista en los campos de ftbol.
Estamos ms acostumbrados a ver esto en el ftbol masculino, cube la presidenta de la Liga F, Beatriz lvarez. Ser eso. No hay que sacar las cosas de contexto, aadi. Eso tambin es distinto en el ftbol masculino, cuyo contexto arde. Mapi, mientras, acaricia plcidamente su gato, en un vdeo colgado en las redes sociales por la futbolista y su pareja y compaera de equipo, Ingrid Syrstad. Acariciar el gato es lo que haca Vito Corleone mientras reciba a subordinados, escena que simboliza la impunidad y ‘omert’ que le protega en la ‘Familia’.
Mapi Len toca en los genitales a Daniela Caracas.TV
EL BARA Y LOS VALORES
El ftbol femenino no debe ser una ‘Familia’. Es el sector del deporte espaol que ms ha crecido en los ltimos aos, gracias no slo a una generacin excepcional, la de Alexia Putellas, Aitana Bonmat o Jennifer Hermoso. El aumento de practicantes de base y la dotacin de recursos por parte de las administraciones, ms all de la profesionalizacin de la lite, han permitido un avance de una colosal proyeccin en lo deportivo y lo social, una conquista ms de la mujer. El empoderamiento es evidente, pero confundir el empoderamiento con una posicin ethical superior es un error. De esa forma se siente quien acaricia un gato tras cometer un error por el que ni siquiera pide disculpas. Tampoco su membership, el Barcelona, que ha hecho de los valores parte de su advertising and marketing: ‘Valors!’
Fue un lance del juego, dijo Mapi en un comunicado emitido con nocturnidad por la entidad azulgrana. Period un problema qu decir. Pere Romeu, su entrenador, se atuvo a la consigna: Creemos en su versin. Romeu la dej en el banquillo ante el Madrid CFF, en la Copa de la Reina, pero ayer volvi al as soon as ante el mismo equipo en la Liga F. Mapi marc el primer tanto de la goleada (5-1), vitoreada por su pblico durante el partido. Esas cosas, al parecer, slo pasaban en los partidos masculinos.
Evasivas en los organismos
Las declaraciones institucionales de quienes no pudieron escabullirse estuvieron en la lnea de las de la presidenta de la Liga F, que recalc que no su organismo no tiene competencias para entrar en el caso. Rafael Louzn dijo que algo he visto por los medios de comunicacin y pas la pelota al Comit de Competicin. Realmente, es un presidente bien informado. Tampoco el Consejo Superior de Deportes, con el que Mapi colabor hace unos aos en una campaa contra la LGTBIfobia, ha dado un paso adelante, mientras la Asociacin de Futbolistas Espaoles emiti un comunicado ‘mild’. En compaa de Alves repiti Mapi esa campaa en el mbito azulgrana. Hay coincidencias que matan.
La nica condena fulminante ha sido, lgicamente, del Espanyol, vehiculada a travs de Dolors Ribalta, responsable del ftbol femenino del membership. Es inaceptable, inadmisible y vulnera la intimidad de nuestra jugadora. Esto no va de colores, sino de dignidad y respeto, dijo en un comunicado, en el que dejaba en manos de Daniela la opcin de presentar una denuncia. Por el momento, no se ha producido.
No es necesario que lo haga la jugadora ni el Espanyol para que el Comit de Competicin intervenga. Puede hacerlo de oficio. De hecho, lo hizo en el caso Mchel, en 1991, con la vieja Ley del Deporte, de 1990, recin estrenada y menos sensibilizacin poltica y social con respecto a los gestos o insultos sexistas. Jos Javier Forcn, juez nico de Competicin, calific la accin como una falta de decoro y la take into account grave, por lo que impuso una sancin econmica de 500.000 pesetas. El madridista aleg que lo hizo con ‘animus iocandi’, es decir, con intencin jocosa, pero el juez lo desestim: Asuntos tan serios no pueden tomarse a broma.
Rubiales y Olga Tubau, a la entrada al juicio.AFP
la proteccin de daniela
Daniela, como Valderrama, es de Colombia, donde se cuestionan cmo es posible que en Espaa no se haya actuado. En otro orden, todava se lo preguntan en muchos ms lugares por el ‘caso Negreira’. El tocamiento de Mapi, sin entrar en lo que pudo o no decirle a Daniela, se produjo cuando el foco del prime time estaba en el juicio a Luis Rubiales, cuyo beso no consentido a Jenni Hermoso dio origen al ‘#SeAcab’, el ‘#MeToo’ del ftbol. Pocos juicios en el mbito del deporte han tenido tanto seguimiento en sus pases. Si acaso los de O. J. Simpson u Oscar Pistorius. Ambos fueron por el asesinato de sus parejas.
La defensa de Rubiales por parte de la sagaz penalista Olga Tubau da por perdido el consentimiento y cuestiona la lascividad del beso para afirmar que no estamos ante una agresin sexual. Sobre las coacciones, los de la ‘pandilla de Rubi’ han jugado muy mal partido en la sala. Tubau plantea un rdago a la ‘Ley del s es s’, que agrupa diversas acciones bajo el concepto de agresin sexual. La de Mapi sobre Daniela, lo sera. Jenni no tena intencin de denunciar inicialmente, pero las presiones de la Federacin y el consejo de sus asesores, y la fiscal Marta Durntez le hicieron ver la conveniencia de hacerlo. La incgnita es si Daniela est tan bien protegida y aconsejada por todos.