Hay momentos para dar un golpe en la mesa. Momentos donde uno debe de coger lo que le ofrecen y hacerlo con convencimiento. Esta liga de titubeos, de dudas, de irregularidad de los dos transatlnticos tiene un tercero en discordia y en disputa. Un tercero que huele la sangre y que dispone de las armas y las herramientas para cobrarse la pieza. Pero hay veces que cuando uno juega con fuego termina quemndose y Barrios es una lata de gasolina. No sabe medir y lo peor es que an tiene restos de carbonilla de la Champions. Menos mal que hay por ah un noruego que, juegue 30 minutos, 15 o 5, siempre est ah para meter la caa y el empate. [Narracin y estadsticas, 1-1]
Nadie sabe, y el Cholo se agarraba las manos para preguntarse, a dnde iba Barrios levantando los tacos al gemelo de Pablo Durn. No es el primer exceso de mpetu del canterano, pero quizs s period el ms madrugador, 20 minutos antes que ante el Leverkusen. No se haba cumplido el 5 y el 8 rojiblanco ya enfilaba los vestuarios mientras su entrenador maldeca para sus adentros. Obligaba el error a la salida de Koke por Lino cuatro minutos despus, una cosa es querer el liderato y otra, lanzarse a por l a pecho descubierto.
La roja ensuci los primeros 20 minutos de la primera mitad. Muchas faltas, simulaciones y choques entre jugadores y poco ftbol. Luego el baln lo baj el Celta, como haba intentado en el pitido inicial pese a estar jugando lejos de Balados, una tortura para el equipo vigus este ao. Si ya se les recuerda que llevaban siete duelos seguidos perdiendo ante el Atltico, es herico el intento del equipo de Girldez. Un conjunto valiente pero inocente esta temporada.
Intentaba De Paul, fruto de su momento de forma y quizs tambin con algo de inconsciencia, que su equipo bajara el baln y jugara ms al pie. Recomendaba el argentino a Giuliano que le buscara y llamaba la atencin a Galn cuando no giraba el juego como deba. De sus botas sali una falta lanzada con picarda, que si Giuliano la hubiera enganchado habra empezado el milagro que se vio en este estadio ante el Leverkusen. Pero no todos los das es fiesta.
El Atltico manejaba con oficio el partido y consegua ahogar al Celta antes de que se aproximara a la portera de Oblak. Entonces una picadita de Fer Lpez dej slo a Pablo Durn y el canterano se asust ante el esloveno. Meti el pie con inocencia y el cancerbero recogi el baln sin dificultades con una sola mano. Hubiera sido doloroso porque corra el minuto 44, y esos goles antes del descanso suelen someter voluntades o apagar fuegos. Sean cuales sean las ganas que tengan los rojiblancos de asaltar el liderato.
Toc arrebato Girldez al inicio de la segunda parte sacando a Borja Iglesias y a Losada buscando aprovechar la superioridad numrica. Poco despus tambin saldra Aspas. Los del Cholo aguantaban bien, pero apenas amenazaban el marco de Guaita. Algn balonazo de Oblak a Griezmann que, en solitario, period como un cordero entre una manada de lobos, y las carreras de Giuliano ante una pared celeste.
Vrtigo ultimate
Y entonces, lleg otro error. A los ojos de cada cual toca decir si fue de Le Normand o de Munuera Montero. Un levsimo pisotn del central hispanofrancs sobre Iglesias fue sancionado como penalti. Tena cierta guasa la jugada viniendo de la que se vivi en el Bernabu hace una semana. Aspas no perdon y empin la cuesta en el Metropolitano.
El Cholo sac a su escalador preferido para afrontar otro Tourmalet. Alexander Sorloth reivindica cada minuto que juega con la elstica rojiblanca. Necesit dos toques para poner el empate y provocar terror en las filas celestes. La pena es que se necesitaban dos puntos ms para llegar a la cumbre. Sin fuego y gasolina se habra llegado.