Desde la caída de la antigua Unión Soviética (URSS) en 1991, la Unión Europea ha abierto la puerta a aquellos países históricamente subordinados a la influencia rusa para que puedan ser miembros de la organización. Estonia, Letonia, Lituania, Polonia o Rumania son algunos de los actuales miembros de la UE liberados de la tutela soviética.
Sin embargo, otros países europeos todavía debaten sus relaciones con Moscú, con la mirada puesta en lo que ocurre en su vecina Ucrania. Es el caso de Georgia, Moldavia y Armenia, tres antiguas repúblicas soviéticas donde el europeísmo gana adeptos y una parte de la población se quiere alejar definitivamente de la sombra de Rusia.
Georgia y un nuevo “Euromaidán”
El país del Cáucaso vive desde octubre del año pasado, grandes tensiones internas entre el gobierno y la oposición política, después de unas controversiales elecciones presidenciales. Sueño Georgiano, el partido gobernante, salió reelegido en las urnas con casi el 54% de los votos. Unos resultados que han sido duramente criticados por la oposición y la población de Tiflis, acusando al partido del primer ministro Irakli Kobakhidze de fraude electoral.
El Gobierno de Sueño Georgiano, además, ha sido criticado por su cercanía al Kremlin, unas protestas que no tardaron en llenar las calles de la capital del país para exigir la investigación de los resultados. La respuesta del gobierno de Kobakhidze ha sido la represión, caracterizada por la brutalidad policial e incluso, la detención de algunos de los líderes de la oposición.
La situación de Georgia no ha pasado desapercibida en la UE, pues el Parlamento Europeo vota este miércoles una resolución sobre el deterioro de la situación política en el país. Un hecho que ya ha sido calificado como “ataque al estado georgiano” por el primer ministro.
Según los expertos, las protestas en Georgia recuerdan al Euromaidán de 2014 en Ucrania, cuando la oposición fashionable al gobierno prorruso de Yanukóvich desembocaron en manifestaciones para acercar al país hacia la Unión Europea, y que posteriormente significarían el inicio de la guerra de Ucrania.
Moldavia es candidato para entrar en la UE
Quien también celebró elecciones en octubre de 2024 fue Moldavia, en este caso presidenciales, y que obtuvieron un resultado muy diferente. Maia Sandu, líder del partido europeísta de Acción y Solidaridad, fue reelegida como presidenta del país obteniendo un 20% más votos que el candidato prorruso, Alexandr Stoianoglo. Además, las elecciones se celebraron de manera simultánea con un referéndum sobre la inclusión en la Constitución de la adhesión de Moldavia a la Unión Europea. Cabe destacar que el país se encuentra en situación de país candidato a la adhesión a la UE desde 2022.
Las relaciones de Moldavia con Rusia son complicadas, especialmente por la situación de Transnistria, un estado de reconocimiento limitado dentro de territorio moldavo. Pese a que desde el Kremlin no reconocen su independencia de Moldavia, la cercanía de Putin es evidente, el cual mantiene tropas en la zona para mantener su influencia.
Armenia sigue los pasos del europeísmo
Nuevamente en el Cáucaso, el vecino de Georgia también quiere acercarse a la Unión Europea. Hace apenas un mes, el gobierno de Armenia aprobó un proyecto de ley para comenzar su ingreso en la UE, un movimiento al que Moscú respondió con la amenaza de dejar de pertenecer a la Unión Económica Euroasiática por su incompatibilidad con Europa.
La decisión de Armenia se debe en parte por la inestabilidad que sufre en el Cáucaso y sus enfrentamientos contra Azerbaiyán, especialmente en la zona del Nagorno-Karabaj. Bakú recuperó el territorio en 2023, en gran parte gracias a la falta de ayuda que Armenia recibió de Moscú y que estropeó las relaciones entre los dos países, resultando en un cambio de ruta hacia el europeísmo.