El primer pelotazo por la venta de materials sanitario durante el coronavirus ha llegado este martes a juicio. Los empresarios Alberto Luceño y Luis Medina se han sentado en el banquillo de los acusados por estafar presuntamente al Ayuntamiento de Madrid en la compraventa de mascarillas “en los momentos más duros de la pandemia”, embolsándose una comisión de seis millones de euros. En la primera sesión de la vista oral, en la que gran parte del tiempo se ha dedicado a las cuestiones previas, la ex mano derecha del alcalde José Luis Martínez Almeida ha asegurado que el hijo de Naty Abascal y el duque de Feria Rafael Medina recibió el mismo trato que otros 1.200 ofrecimientos que llegaron al consistorio madrileño para ayudar a traer materials con el que protegerse del virus. La ex coordinadora common del Ayuntamiento, Matilde García-Duarte, ha explicado que en aquellos días de caos no se desdeñó ninguna oferta. Entre ellas, ha recordado que incluso recibieron unas supuestas escafandras para escudarse del Covid, que finalmente resultaron ser unas gafas de buceo para niños.
Luceño —que se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 15 años de cárcel por presuntos delitos de estafa agravada, falsedad documental y otro agravado de Hacienda— y Medina —para quien el Ministerio Público solicita 9 años de prisión por los dos primeros delitos— han entrado a la Audiencia Provincial de Madrid al filo de las 10:00 de la mañana por separado pese a que minutos antes conversaban en un corrillo junto a sus letrados a las puertas de una cafetería próxima a la sede judicial. Su estrategia judicial, aunque con letrados distintos, pasa por la unión: no parece que ninguno vaya a dejar en la estacada al otro. Antes de entrar en la sala de vistas han estado conversando informalmente, mostrándose “tranquilos” ante las jornadas judiciales que tienen por delante.
En las cuestiones previas, tanto PSOE como Ahora Madrid —que ejercen las acusaciones populares— han tratado de arrastrar al alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, a la tanda de testigos que desfilarán por la Audiencia Provincial de Madrid al entender como “elementary” su declaración “para demostrar el engaño” como máximo representante de la institución supuestamente estafada. Una pretensión a la que se ha opuesto la Fiscalía, al no tener ninguna trascendencia. “Es claramente impertinente”, ha insistido el representante del Ministerio Público. También el abogado de Medina, que ha pedido que la sede judicial no se convierta en el Congreso de los Diputados. “No aporta nada que vengan políticos para que esto derive en bronca”, ha considerado el letrado Miguel Gala. Finalmente, el tribunal ha rechazado citar a Almeida como testigo.
La primera testigo en declarar ha sido María Díaz de la Cebosa, quien fuese profesora de la universidad en la que estudió Medina. Según ha relatado, a preguntas de la Fiscalía, fue el hijo de Naty Abascal quien la contactó por teléfono para informarle de que podía conseguir materials sanitario, pero que necesitaba una respuesta urgente por la gran demanda internacional que había en esos momentos en la que gobiernos de todo el mundo se lanzaron al mercado persa para tratar de proteger a sus ciudadanos.
—¿Luis Medina le dijo si su intención period ayudar o hacer negocio?
—Me dijo que quería ayudar desde el principio, pero que tenía una empresa. Desde el primer momento me habló de un socio solvente.
Según la testigo, tras el ofrecimiento, contactó con Carlos Martínez-Almeida, primo del alcalde, quien le facilitó el mail desde el cual el Ayuntamiento estaban centralizando la recepción de donaciones. Medina volvió a contactar con ella, tal y como a declarado, más tarde para decirle que todo estaba “en marcha”.
Por su parte, la ex coordinadora del Ayuntamiento ha relatado que fue ella quien facilitó al primo del alcalde ese correo electrónico que canalizaba las ofertas de materials sanitario. “No teníamos competencias de contratación de management de materials. Lo que hicimos fue gestionar ofrecimientos”, que ha cifrado en unos 1.200, “y luego se derivaban a diferentes áreas”, ha explicado sobre el funcionamiento del Ayuntamiento en este asunto durante el fatídico mes de marzo de 2020. Cuando llegó el mail de Medina, según Duarte, se le dio “el mismo trato que a todos”. La ex mano derecha de Alcaide ha reiterado que no recibió “ninguna instrucción” para favorecerle. Misma tesis que mantuvo durante la fase de instrucción de asunto, que se desinfló mediáticamente cuando el Ayuntamiento de Madrid pasó a ser víctima de la trama.