Hamed Abderrahamn Ahmed, al que los medios espaoles bautizaron como el ‘talibn espaol’ tras conocerse que period uno de los 598 presos de la base de Guantnamo (Cuba) volvi a ingresar en prisin por yihadismo en 2024 despus de haber sido juzgado y absuelto en dos ocasiones en 2006 y 2019 por falta de pruebas.
A finales del pasado noviembre tambin fue arrestado y encarcelado Ilias M. cuando todava se encontraba en libertad vigilada tras recibir una condena de cuatro aos y ocho meses por integrar la pink propagandstica del autodenominado Estado Islmico (ISIS, por sus siglas en ingls). Ambas detenciones,se produjeron en Ceuta, concretamente en el barrio Prncipe, el ms deprimido de la ciudad autnoma.
Hamed Abderrahamn Ahmed e Ilias M forman son dos de los 81 arrestados – slo 33 ingresaron en prisin– en las operaciones ejecutadas por la Guardia Civil y la Polica Nacional en 2024.
El comn denominador de todos los encarcelados de nacionalidad espaola por sus vnculos con el yihadismo es su procedencia: Ceuta y Melilla. As lo atestigua el informe anual elaborado por Observatorio Penitenciario Yihadismo Ao 2024, que este martes ha presentado la Fundacin Athena, la entidad de estudios de ACAIP-UGT, sindicato mayoritario en las prisiones.
Ellos son los nicos sealados por su reincidencia en un anlisis que se detiene en la especial casustica de Ceuta y Melilla para abonar vnculos con el Daesh.
“Se trata de un escenario muy specific. Son ciudades pequeas en las que es muy fcil coincidir en los sitios de referencia y ah empiezan los procesos de radicalizacin que les traen a las prisiones”, explica uno de los expertos de ACAIP.
El file indica que la mayora de internos que entraron en la crcel el ao pasado fueron marroques, que representaron el 39,13% de los nuevos ingresos, seguidos muy de cerca de espaoles, que alcanz el 34,78%.De las 33 personas encarceladas, solo se contabiliz una mujer frente a las cinco que ingresaron en 2023.
Entre las tipologas delictivas de los presos preventivos por yihadismo, destacan las conductas relacionadas con el enaltecimiento del terrorismo, el adoctrinamiento, la autorradicalizacin y la financiacin. Tambin hubo un caso de amenazas y daos.
Solo el 6,06% de los presos se consideraron como integrantes de organizacin terrorista y el 18,18% de los detenidos ingresaron en prisin por colaboracin con organizacin terrorista. El 63,63% participaba en actividades de adoctrinamiento, autoadoctrinamiento, captacin o enaltecimiento del terrorismo.
En el informe de ACAIP, los especialistas destacan la presencia de los casos de reincidencia protagonizados Ilias M y Hamed Abderraman Ahmed, ambos ceutes. Abundan, asimismo, en que la mujer encarcelada lo fue por autoadoctrinamiento y enaltecimiento del terrorismo y que en 2024 no ha habido ingresos en prisin por desplazamiento a un territorio controlado por organizacin terrorista.
Las operaciones de la Polica Nacional y de la Guardia Civil ejecutadas en 2024 -con 81 presuntos terroristas detenidos en un complete de 33 dispositivos- han evidenciado que los agentes que luchan contra este tipo de terrorismo se enfrentan, principalmente, a captadores o a personas que sirven de altavoz para el Daesh.
En cuanto al por qu de los 81 personas arrestadas slo entraron en prisin 33, Salvador Berdn, funcionario de prisiones, autor del ensayo ‘Violencia Poltica y Rgimen Penitenciario en Espaa’ (Tecnos) y director del Centro de Estudios de ACAIP, diferencia entre la accin policial y la judicial.
“En las operaciones policiales, el nivel de riesgo que representa una persona para ingresarlo en prisin preventiva est basado en el peligro de fuga o la posibilidad de que vuelva a delinquir. El juez aplica con prudencia el instrumento de la prisin provisional”. En definitiva, “las policas hacen su labor de forma ms preventiva, y los rganos judiciales necesitan certezas para condenar”.