Eligi un mal da Donald Trump para convertirse en el primer presidente de Estados Unidos en acudir a una Tremendous Bowl. O, al menos, eligi mal a quin dar su apoyo. Horas antes del partido declar su amor por Patrick Mahomes y, an ms, por su mujer Brittany, fan declarada del republicano (o lo que sea). Ni siquiera le desanim compartir la bufanda de los Chiefs con su odiada Taylor Swift, que le hizo ms dao en las elecciones que Kamala Harris, y su novio, Travis Kelce, la otra gran estrella de Kansas Metropolis y supervillano en el planeta MAGA por ser el rostro de la campaa de vacunacin durante la pandemia. Nada de eso desanim a Trump porque l haba ido a Nueva Orleans a ganar y, jubilado Tom Brady, nadie acerca tanto la victoria en la NFL como Mahomes. Un rato despus, los Philadelphia Eagles celebraban el ttulo tras una de las mayores humillaciones de la historia (40-22, gracias al maquillaje closing).
No fue una victoria, fue una aniquilacin, un partido para el que se deberan haber recuperado los dos rombos. Hay cosas que los nios no deben ver. La primera vez que Kansas Metropolis cruz el mediocampo, acababa el tercer cuarto, perda ya 34-0 y los Eagles pensaban ya en dnde ir a celebrarlo.
No necesit siquiera el equipo dirigido por Nick Sirianni, que ha pasado en un ao de hombre-meme cuya cabeza peligraba a campen, un gran partido de su superestrella ofensiva, Saquon Barkley, que cerr el, seguramente, mejor ao que se ha visto de un corredor con una actuacin discreta para sus estndares. Ms brillante estuvo su quarterback, Jalen Hurts (nombrado MVP con dos touchdowns de pase y otro de carrera), pero tampoco necesit grandes heroicidades. La Tremendous Bowl se decidi cuando ambos descansaban, en el ataque de unos Chiefs absolutamente destrozados por la defensa que vesta de verde. Fue una exhibicin. Si hubiera sido boxeo, la esquina de Mahomes habra tirado la toalla antes del descanso.
Donald Trump, junto a su hija Ivanka y su nieto Theodore, en la Tremendous Bowl.
Una y otra vez, liderados por un sensacional Josh Sweat (probablemente ms merecedor del MVP que Hurts, pero el ataque siempre reina), golpearon al mejor jugador del planeta hasta convertirlo en un pelele que regal dos intercepciones impropias a los fantsticos Cooper DeJean y Zack Baun. Y es que, para poner en perspectiva la obra de arte de la defensa coordinada por Vic Fangio, hay que recordar que Mahomes, an sin cumplir los 30, buscaba su cuarto ttulo (el segundo, contra estos mismos Eagles hace dos aos) y el tercero seguido, un triunfo que le hara mirar ya slo hacia Brady (siete anillos y que comentaba su primera Tremendous Bowl en la tele) y la Historia. An est a tiempo, pero de Nueva Orleans sali su leyenda magullada.
Todo estaba ya resuelto (24-0) cuando Kendrick Lamar sali a actuar en el descanso. No fue el espectculo ms brillante que hemos visto, la propia NFL le haba puesto la zancadilla sacando a Beyonc a hacer magia en la jornada navidea, pero s uno de los ms morbosos. Primero, porque termin de rematar al pobre Drake cantando ‘Not like us’ ante el mundo entero y acompaado de Serena Williams y Samuel L. Jackson. Tanto circulate es abusar. Segundo, porque uno de los bailarines luci un buen rato una bandera palestina mientras regateaba a seguratas como Lamine Yamal a defensas. Tercero, porque nunca ha ocultado su (psima) opinin sobre un Trump que le observaba desde el palco con cara de estar pensando a cuntos de esos tipos que en nada se parecan a l y a sus amigos podra deportar. A veces, la msica no es lo ms importante de un present.
La segunda parte fue un plcido paseo de Philadelphia hacia la gloria, hora y media de ver qu famosos aparecan en pantalla. Como siempre, no escaseaban. La citada Taylor Swift (que gestion conuna fabulosa media sonrisa el tremendo abucheo de la aficin de los Eagles al verla en el videomarcador), Jay Z, Kevin Costner, Bradley Cooper, Adam Sandler, Paul McCartney… y una llamativa representacin de nuestro ftbol: Messi, Rodri, Griezmann, Koke, Luis Surez, Busquets… Todos viendo cmo los Eagles ponan en pausa el ascenso de Patrick Mahomes a la sala ms exclusiva del Panten de los quarterbacks. Tendr ms oportunidades, no lo duden. Para la prxima, tal vez decida pedirle a Donald Trump que se quede en casa. Una humillacin as tarda en curarse. Si es que se cura…