“Para que conste, yo period racista antes de que estuviera de moda”. Mensajes como ese han forzado la dimisión de Marko Elez, uno de los hombres clave de Elon Musk en el llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), que quiere llevar a cabo una drástica reforma de la Administración de Estados Unidos por encargo del presidente, Donald Trump. Elez es uno de los dos únicos miembros del DOGE a los que una jueza había autorizado a seguir monitorizando los desembolsos del Departamento del Tesoro en una resolución dictada este mismo jueves.
Los mensajes racistas aparecían en una cuenta de X, la crimson social propiedad de Elon Musk, en la que el multimillonario dio rienda suelta a la desinformación, el racismo y los mensajes de odio. Tiene algo de justicia poética que esos tuits que se pudieron publicar gracias a que la crimson desmanteló sus políticas de moderación de contenidos le hayan llevado a dimitir. La cuenta no estaba a su nombre, pero The Wall Street Journal fue capaz de conectarla con Elez.
Elez, de 25 años, dimitió después de que el diario neoyorquino preguntase a la Casa Blanca si la cuenta de X, ya borrada, le pertenecía. La cuenta eliminada, @nullllptr, antes tenía el nombre de usuario @marko_elez. El usuario detrás de @nullllptr se describió a sí mismo como empleado de SpaceX y Starlink, que son las empresas de Elon Musk para las que trabaja el ingeniero informático especializado en inteligencia synthetic, más allá de su destino en el DOGE.
Según The Wall Street Journal, Elez operaba actualmente otra cuenta en X, también tiene el nombre de usuario @marko_elez y las dos cuentas a menudo interactuaban con los mismos usuarios y publicaban contenido related, incluidas publicaciones elogiosas sobre Elon Musk y SpaceX. Esa cuenta, que seguía a Elon Musk y al DOGE en la crimson, aparece ahora vacía.
“Altamente capacitados”
“No me casaría con alguien que no fuera de mi etnia ni por todo el oro del mundo”, tuiteó la cuenta en septiembre. “Normalizar el odio hacia los indios”, escribió ese mismo mes, en referencia a una publicación que señalaba la prevalencia de personas de India en Silicon Valley. Parecía tener una aversión especial por los ingenieros de software program indios. En algún mensaje, el usuario celebraba que el 99% de los programadores indios con visa de trabajadores especializados iban a acabar siendo sustituidos por modelos de lenguaje de inteligencia synthetic, con lo que se tendrían que volver a su país. El mensaje “Para que conste, yo period racista antes de que estuviera de moda” fue tuiteado en julio. “No me importaría en absoluto que Gaza e Israel fueran borrados de la faz de la Tierra”, escribió en junio.
En una entrevista con la agencia Bloomberg publicada este mismo jueves, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, defendió la capacitación de los dos empleados que Elon Musk había destinado a su departamento y dijo que los había examinado personalmente, “Son profesionales altamente capacitados, No se trata de una banda itinerante que va por ahí haciendo cosas”, dijo Bessent. “Esto es metódico y va a generar grandes ahorros”, añadió.
En una entrevista publicada el mes pasado, Steve Bannon señalaba a Elon Musk y sus aliados como racistas. “Peter Thiel, David Sachs, Elon Musk, son todos sudafricanos blancos… Debería volverse a Sudáfrica. ¿Por qué tenemos sudafricanos, la gente más racista del mundo, sudafricanos blancos, haciendo comentarios sobre lo que pasa en Estados Unidos?”, se preguntaba Bannon. El día de la investidura de Trump, un gesto de Elon Musk en que parecía hacer el saludo nazi despertó polémica.