Las intensas lluvias monzónicas en el norte de Queensland, Australia, han provocado inundaciones devastadoras, causando la muerte de dos personas y obligando a cientos a evacuar sus hogares. Una mujer de 82 años fue encontrada sin vida cerca de Ingham, mientras que otra de 63 años falleció cuando el bote de rescate en el que viajaba volcó tras chocar con un árbol.
Las precipitaciones han destruido infraestructuras clave, como un puente essential, y han interrumpido el suministro de agua potable. Aunque el nivel del agua ha comenzado a disminuir, cientos de personas permanecen en centros de evacuación, y aproximadamente 10.000 propiedades siguen sin electricidad, dependiendo de generadores militares.
Los meteorólogos atribuyen estas lluvias a dos sistemas de baja presión tropical, exacerbados por el cambio climático. Simultáneamente, el oeste de Australia enfrenta temperaturas extremas, evidenciando los desafíos climáticos que afectan al país.