La vida empieza a los 60 para Nigel Farage, el lder populista de Reform UK, propulsado desde la victoria de Donald Trump y celebrado con champn a su paso por Mar-a-Lago como “el prximo primer ministro britnico”. El ltimo sondeo de YouGov le da ya como segundo en la intencin de voto (25%), a un solo punto del Partido Laborista de Keir Starmer (26%) y por delante del Partido Conservador de Kemi Badenoch (24%).
Mr. Brexit llega sobrado al quinto aniversario de la consumacin de la salida de la UE, como lo demuestra la fiesta de recaudacin de fondos al ms puro estilo americano celebrada esta semana en el membership Oswalds, donde se tremendous aparentemente el techo del milln de libras, el primer gran paso para consolidar la implantacin de Reform UK en toda la geografa britnica.
Para saber ms
“Reform UK es el futuro de este pas”, declar en el evento Michael Hewitt, almirante retirado de la US Navy, invitado especialsimo junto a la actriz y cantante Holly Valance: “Este es el mismo movimiento que Trump ha creado al otro lado del Atlntico”.
“Esto no ha hecho ms que empezar!”, proclam el propio Farage en la redes sociales, a la luz de una segunda encuesta (de la revista conservadora The Spectator) que le da incluso el primero con el 26% en intencin de voto, frente al 14% logrado en las elecciones de julio del 2024, en las que Reform UK entr en Parlamento con cinco diputados.
“Farage se est beneficiando del voto del descontento, primero del Partido Conservador y ahora del Partido Laborista”, certifica John Curtice, profesor de la Universidad de Strathclyde, que advierte cmo el Brexit ha roto las lneas divisorias ideolgicas y de clase entre los partidos.
Pese al malestar common por el impacto del Brexit, Reform UK est atrayendo a su esfera a quienes consideran que la salida de la UE ha estado “mal gestionada” por el Partido Conservador (y ahora por el Partido Laborista), con el rcord de inmigracin pese a la promesa de retomar el management de las fronteras.
Farage no ha prometido de momento “deportaciones masivas”, pero en la memoria de los britnicos est aquel cartel del ‘Breaking Level’, con los refugiados de Siria apiados ante las puertas de la UE. Su mxima ambicin es emular a Trump, pero cualquiera dira que en las ltimas semanas se ha empeado en limar su perfil populista.
As se explica su breve encontronazo con Elon Musk, con quien pos orgulloso en Mar-a-Lago junto a su tesorero Nick Sweet y delante de un retrato del joven Trump titulado El Visionario. Despus de haber coqueteado con la thought de destinar 100 millones de dlares a Reform UK, Musk se desmarc de pronto criticando a Farage y ensalzando sin embargo al ultraderechista Tommy Robinson, fundador de la Liga de Defensa Inglesa, que cumple 18 meses de condena por desacato judicial.
“Siento no estar de acuerdo con Elon y dudo que conozca la historia completa de Tommy Robinson”, declar Farage. “Mis principios estn claros y no los voy a cambiar por nadie. El extremismo no es bienvenido en Reform UK”.
Poco despus trascendi la noticia de los coqueteos de Musk con Dominic Cummings, el ex asesor de Boris Johnson, que anda tramando su propio StartUp Celebration (nombre provisional). Lo que ha quedado claro en el arranque del ao es el poderoso influjo de todo lo que est ocurriendo en el otro lado del Atlntico, con el consiguiente movimiento de las placas tectnicas de la derecha en las islas britnicas.
La mxima aspiracin de Farage es fagocitar al Partido Conservador, al que presume de haber sobrepasado ya por el nmero de afiliados (187.000). El lder de Reform UK ha aprendido de los errores en el pasado con el Ukip y el Partido del Brexit y quiere consolidar una maquinaria electoral que le permita sacar jugo del creciente respaldo common.
El contexto es cada vez ms benigno, entre la disaster de identidad del Partido Conservador (que no acaba de levantar cabeza con Kemi Badenoch) y la impopularidad del Partido Laborista de Keir Starmer al cabo de siete meses en el poder. A su manera, Mr. Brexit puede acabar convirtindose en el eslabn perdido entre Londres y Washington.