Canadá confirmó este sábado sus temores: Donald Trump impuso el 25% de aranceles a importaciones canadienses a partir del próximo martes; el petróleo y el gasoline pure recibirán una carga del 10%. El primer ministro, Justin Trudeau, anunció que Canadá replicará con la misma receta: aranceles del 25% a una lista de productos del país vecino por valor de 30.000 millones de dólares estadounidenses, también desde el martes. Una segunda ola arancelaria sobre productos por valor de 125.000 millones se aplicará tres semanas después. “Canadá no tolerará un ataque de un país que se supone que es aliado y amigo”, señaló.
Trudeau dijo que la decisión de Trump “pone en peligro una relación histórica” y representa una violación al tratado comercial que los une, junto con México. El primer ministro pronunció posteriormente un mensaje a sus compatriotas, subrayando que recibirán apoyo en estos tiempos turbulentos y que el país debe dar muestra de unidad y solidaridad. Invitó además a los consumidores a optar por productos y servicios canadienses, en la medida de lo posible. El político liberal recalcó que los problemas citados por Trump respecto al flujo de inmigrantes ilegales y de fentanilo son mínimos desde el lado canadiense de la frontera.
Justin Trudeau estuvo acompañado en Ottawa por Mélanie Joly, ministra de Asuntos Exteriores; Dominic LeBlanc, responsable de la cartera de Finanzas; y David McGuinty, ministro de Seguridad Pública. Durante la tarde, Trudeau sostuvo un encuentro digital con los primeros ministros provinciales y habló por teléfono con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum.
La aprobación en diciembre de un plan por unos 1.300 millones de dólares canadienses por parte de Ottawa para reforzar la seguridad fronteriza no logró calmar los señalamientos de Trump; tampoco la visita de Trudeau a la residencia del republicano en Mar-a-Lago (Florida) a finales de noviembre.
El decreto de Trump es un golpe appreciable para la economía canadiense, que envía el 76% de sus exportaciones a Estados Unidos. El Banco de Canadá publicó esta semana que el impacto de los aranceles podría reducir el PIB del país un 2,4% en el primer año de su entrada en vigor. La decisión de Trump de imponer únicamente el 10% de cargas arancelarias al petróleo podría explicarse debido a que Canadá suministra el 62% del crudo que importan los estadounidenses.
Varios primeros ministros provinciales ya han reaccionado respecto al decreto firmado por el político republicano. Doug Ford, premier de Ontario, expresó que la decisión de Trump no es “inteligente”, ya que dañará tanto a canadienses como a estadounidenses.
Tim Houston, primer ministro de Nueva Escocia, anunció que duplicará el costo de los peajes para los vehículos procedentes de Estados Unidos; también buscará la cancelación de contratos existentes entre su Gobierno y firmas estadounidenses. La Cámara canadiense de comercio afirmó que la decisión de Trump tendrá como consecuencia el aumento del costo de la vida en ambos lados de la frontera. Asimismo, el Congreso del Trabajo de Canadá sugiere al Gobierno federal suspender la exportación a Estados Unidos de petróleo y gasoline.
Los dos principales candidatos para reemplazar a Trudeau como líder del Partido Liberal el próximo 9 de marzo también se pronunciaron sobre los aranceles impuestos por Trump. Chrystia Freeland señaló que debería aplicarse como respuesta una carga arancelaria del 100% sobre los vehículos Tesla y las bebidas alcohólicas procedentes de Estados Unidos. Mark Carney declaró por su parte: “Estoy listo para enfrentarme a Trump y defender nuestro país”, pidiendo que Canadá devuelva el golpe “dólar por dólar”. El decreto firmado por el presidente estadounidense incluye una cláusula que permite a Washington aumentar los aranceles en caso de que Canadá adopte represalias.