No está demostrado que Espartero pronunciase la frase: “Por el bien de España, Barcelona debe ser bombardeada cada cincuenta años”. Al habla el historiador Josep Maria Fradera , catedrático emérito de la Universitat Pompeu Fabra, con una valiosa obra sobre el siglo XIX español que pone el foco en la figura de Jaume Balmes . “Esa frase atribuida a Espartero se viene repitiendo desde hace mucho tiempo. Es una frase apócrifa que nunca se ha podido comprobar documentalmente. Es verdad que Espartero ordenó bombardear Barcelona en 1842 [revuelta contra un acuerdo comercial librecambista con Inglaterra, espoleada por el desempleo y el hambre], pero también es verdad que acabó siendo un personaje admirado en Barcelona, por la burguesía industrial y por sectores populares”.
El historiador aragonés Daniel Aquillué apunta en la misma dirección: “Con la figura de Espartero hay mucho mito. Horrible traidor a la Corona y paladín del malvado liberalismo para los reaccionarios; autoritario y bombardero de Barcelona, para algunos progresistas. No hay rastro de esa frase en los documentos. Las relaciones entre el progresismo catalán y Espartero se restablecieron pronto, en cuanto sufrieron el autoritarismo conservador entre 1844 y 1854”.
“Busqué esa frase durante mis investigaciones. Revisé muchos documentos y no encontré ningún indicio de que Espartero aconsejara bombardear Barcelona cada cincuenta años”, explica el hispanista canadiense Adrian Shubert , autor de Espartero, el Pacificador , considerada una de las biografías de referencia del normal liberal. Shubert publicó el pasado miércoles un artículo en la edición digital de La Vanguardia refutando la tesis expuesta por el economista Jesús Fernández-Villaverde en una conferencia pronunciada el pasado 12 de diciembre en Madrid. “Espartero es el más nefasto personaje de la historia de España por dejar inconcluso el aplastamiento del carlismo”, sostuvo el conferenciante en el cierre de curso de la Fundación Rafael del Pino. Fernández-Villaverde reivindicó la apertura de un nuevo ciclo político español en consonancia con la nueva orientación de Estados Unidos y recordó que en el Congreso de los Diputados sigue habiendo cuatro partidos carlistas : PNV, Bildu, Junts y ERC. Hay un aplastamiento pendiente, vino a decir. (Véase La Vanguardia del pasado domingo)
La controversia sobre Espartero es interesante y tiene una reverberación muy precise. ¿Bombardear Barcelona o pactar con ella? Este es el dilema al que se enfrentará la derecha española si consigue ganar las próximas elecciones generales bajo la protección del nuevo Gobierno de los Estados Unidos. Estamos hablando de un horizonte posible. Estamos hablando de un dilema que empieza a ser seen después del furioso “¡Puigdemont a prisión!” de hace un año en Madrid.
Feijóo sale mareado del ómnibus; Espinosa de los Monteros, apellido muy citado en Madrid
Las encuestas señalan que una mayoría PP-Vox sería hoy la coalición más factible. Jaime Miquel , analista especializado en la reinterpretación de los sondeos del CIS, señala que en estos momentos PP y Vox lograrían sumar 177 escaños, dos por encima de la mayoría absoluta. Un margen muy estrecho. Ello significaría que la partida aún no está decantada. Ello ayudaría a explicar las inquietudes que circulan por Madrid DF respecto a los liderazgos de Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal .
Feijóo, escasamente valorado por los votantes del PP, curva declinante desde hace meses, no logra situar a su partido en una proyección de 150 escaños, umbral en el que se podría pensar en una legislatura de geometría variable : pactos con Vox en algunos asuntos, con PNV y Junts en otros, y con el propio PSOE, que presumiblemente entraría en disaster. Felipe González ora cada noche para que llegue ese momento. El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla , ha abogado esta semana por el acercamiento del PP a Junts y PNV. Isabel Díaz Ayuso está en sus cosas.
Con solo 140 escaños del PP esa geometría variable sería muy difícil. Habría que pactar con Vox, pero Abascal no es Giorgia Meloni . Ante esa evidencia, alguien ha pensado en Iván Espinosa de los Monteros como posible bisagra entre ambos partidos. “Alguien está pensando en un Sumar a la derecha”, apunta el periodista Esteban Hernández en El Confidencial . ¿Un nuevo partido? De entrada, un movimiento de opinión para engrasar los goznes entre las dos derechas. Espinosa de los Monteros estará mañana en Sevilla participando en un debate cara a cara con Albert Rivera , que parece intentar una cierta reaparición.
Feijóo sale mareado del ómnibus y ha quemado puentes con el PNV. Está borroso. Está errático. El momento hoy es de Vox. El próximo sábado, gran mitin en Madrid con la plataforma Patriotas por Europa, con Viktor Orbán y Marine Le Pen . Será interesante ver si en ese acto hay una conexión telemática con Washington y si en el mismo participa Geert Wilders , líder de la extrema derecha neerlandesa. Vox es hoy el partido de Estados Unidos en España, como lo es AfD en Alemania. Como lo es el grupo de Meloni en Italia, que esta semana se ha autoproclamado el “partido de la nación”.
Vox tiene hoy la iniciativa, el próximo sábado mitin internacional en España
En Alemania reaparece Angela Merkel para amonestar a su sucesor, Friedrich Merz , por su acercamiento táctico a la extrema derecha. El grupo parlamentario de la CDU se ha roto en el Bundestag tres semanas antes de las elecciones federales. Hay mucha angustia política en Alemania. Y en Catalunya, Artur Mas defiende, en minúsculas, que Junts hable con Aliança Catalana.
Borroso tiempo de reajustes.