El primer ministro de Serbia, Milos Vucevic, anunció este martes su dimisión en medio de las crecientes protestas estudiantiles contra el Gobierno a causa del mortal accidente en la estación ferroviaria de Novi Sad que dejó 15 muertos en noviembre pasado.
La tragedia, que tuvo lugar al derrumbarse un tejado a la entrada de la estación, desencadenó una fuerte oleada de protestas contra el Gobierno serbio, no solo por la gestión del accidente en sí, sino por las acusaciones generales de clientelismo y autoritarismo. Los ciudadanos, en especial los más jóvenes, han ido saliendo a la calle casi a diario al atribuir el siniestro a este clima common de corrupción reinante, así como a la falta de transparencia y a la resultante impunidad de los responsables.
Los estudiantes han salido a la calle casi a diario acusando al Gobierno de corrupción e impunidad de los responsables
“Para no seguir aumentando la tensión en la sociedad, tomé esta decisión. Sin duda, estoy orgulloso de todo lo que hemos hecho. Estoy orgulloso de los ministros, del gabinete, y agradezco al presidente por el trabajo conjunto”, dijo el ministro en una declaración ante la prensa sin preguntas. Este giro en la política del gobierno ocurre en el marco de una tragedia que ha provocado consecuencias graves, incluyendo la dimisión de dos ministros y la imputación de 13 personas por presunta responsabilidad en los hechos. Además, Vucic añadió que el alcalde de Novi Unhappy, Milan Djuric, también presentará su renuncia.
“De esta manera hemos cumplido con todas las demandas de los manifestantes más extremos”, aseguró el primer ministro dimitido, quien acusó al exterior de dirigir las protestas. “Serbia ha quedado atrapada desde entonces (el accidente), y hemos visto abusos políticos de esa tragedia. Todo esto fue planeado de manera vil desde el extranjero, para poner en peligro a Serbia como Estado”, afirmó Vucic.
Las dimisiones a raíz del accidente del ministro de Comercio, Tomislav Momirovic, y del de Construcción, Goran Vesic, pocas semanas después del suceso, no lograron apaciguar la indignación standard.
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Los estudiantes, apoyados por docentes, estudiantes de instituto y otros ciudadanos, acusan al gobierno de corrupción endémica y lo consideran responsable de los errores en la reforma de la estación de Novi Unhappy. En medio de las protestas, miles de manifestantes bloquearon durante 24 horas un importante cruce de autopistas cerca de Belgrado, lo que el presidente Vucic calificó de “ilegal”.
Ante la creciente presión, el presidente Vucic, considerado el hombre más poderoso del país, había solicitado el lunes una reconstrucción urgente del gobierno.
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Protesta contra las políticas gubernamentales, la corrupción y la negligencia a las que culpan por la muerte de las víctimas en el desastre de la estación de tren de Novi Unhappy en noviembre, en Belgrado
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Una mujer sostiene un cartel que cube “Huele a espíritu de corrupción” durante una manifestación frente al edificio del gobierno en el centro de Belgrado
La tragedia tuvo un impacto inmediato en la opinión pública serbia. Vucevic declaró entonces que period un “viernes negro para toda Serbia” y prometió identificar a los responsables. Aunque fue construida en 1964, la estación de trenes de Novi Unhappy, experimentó una profunda renovación en 2021 y luego fue nuevamente restaurada este año, para ser inaugurada oficialmente el 5 de julio. Esta reforma reciente es lo que ha contribuido a la mayor indignación de los serbios.