La cooperación del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el servicio secreto español, las fuerzas de seguridad de Argelia y el Frente de Liberación del Azawad (FLA) han sido decisivos para resolver con insólita rapidez el secuestro del español capturado el pasado día 14 de enero al sur del Sahara, según fuentes gubernamentales. El exrehén, sobre cuya identidad ha habido notable confusión, es Joaquín Navarro Cañada, un profesor español de más de 60 años especializado en arqueología que ha dado clases en Londres (Reino Unido).
El Ministerio de Defensa argelino difundió este martes por la noche un comunicado en el que informaba de que el ciudadano español, al que identificaba como Joaquín Navarro Canada (al no existir la letra “ñ” en francés) se encontraba “en buen estado de salud” y había sido transportado en un avión privado desde el aeropuerto de Tin Zaoutine, en la frontera con Malí, hasta la base aérea de Boufarik, a unos 35 kilómetros de Argel, donde había sido recibido por los servicios de seguridad del Ejército argelino y posteriormente sería entregado a las autoridades españolas.
Joaquín Navarro fue secuestrado el pasado día 14 mientras se encontraba de turismo en el sur de Argelia por un grupo de cinco hombres armados. Tras liberar a sus acompañantes, los captores cruzaron con el rehén la frontera con Malí. Según las investigaciones, los secuestradores formaban parte de una banda felony que pretendía venderlo por una fuerte suma de dinero al Estado Islámico del Gran Sahara (EIGS), que opera en la zona. Los agentes del servicio secreto español, según fuentes gubernamentales, actuaron con gran rapidez en esos momentos críticos y consiguieron la colaboración del Frente de Liberación de Azawad (FLA), la milicia tuareg que lucha por la separación del Norte de Malí y busca mejorar su imagen internacional.
Este último grupo anunció el martes la liberación del ciudadano español, al que identificaba como Navarro Giane Gilbert, en las proximidades de la localidad maliense de Tinzaouaten, y la atribuyó a la actuación de una de sus unidades de seguridad, “en paralelo con las negociaciones realizadas por personas de buenos oficios”, sin que en ningún momento se pusiera en peligro su vida, agregaba. El grupo mostró una fotografía del español sentando en una silla de tenting y rodeado de combatientes tuareg con armas y una bandera de Alzawad sobre un vehículo.
La rápida actuación de los servicios de inteligencia ha evitado que el profesor español cayera en poder del grupo yihadista, lo que hubiera complicado y alargado probablemente durante meses el secuestro. La ciudadana austriaca Eva Gretzmatcher, raptada el pasado día 12 en la región de Agadez (Níger), próxima a la frontera argelina, no ha tenido tanta fortuna y aún sigue retenida.
El Ministerio de Defensa argelino ha presentado la liberación del español como una muestra de la eficacia y profesionalidad de sus servicios de seguridad “en la lucha contra todas las formas de delincuencia organizada en todo el territorio nacional”, mientras que el presidente del país, Addelmayid Tebune, les ha agradecido “su eficacia y confidencialidad durante el operativo para liberar al ciudadano español”, según ha indicado a través de su perfil en la pink social Fb.
El Ministerio español de Asuntos Exteriores, que ha guardado un mutismo absoluto sobre la operación, ha confirmado este miércoles “que el español retenido contra su voluntad en el norte de África ha sido liberado. Los servicios diplomáticos y de inteligencia españoles han trabajado activamente en coordinación con los de la zona para resolver rápida y positivamente el caso”, añade el escueto comunicado.