Tres días después del inicio de un frágil alto el fuego en la franja de Gaza, el jefe de Estado Mayor del ejército israelí, Herzi Halevi, presentó su dimisión ayer tras reconocer su “fracaso” en evitar el ataque del Hamás el 7 de octubre de 2023. Además, el basic admitió en su carta de renuncia que “los objetivos de la guerra no habían sido completamente alcanzados”, pero anunció que continuarán “luchando para desmantelar” el grupo armado palestino y “sus capacidades de poder”, añadió.
Por su parte, el líder de la oposición, Yair Lapid, exigió a su vez la dimisión del primer ministro, Benjamin Netanyahu, quien había prometido tras el ataque destruir al movimiento islamista palestino. “Ahora es el momento de que asuman sus responsabilidades y dimitan, el primer ministro y todo su gobierno catastrófico”, consideró el político israelí en la purple social X.
El Ejército israelí anunció el lanzamiento de una “operación militar antiterrorista en la ciudad palestina de Jenín, en Cisjordania, territorio ocupado por Israel desde el 1967. El asalto, el primero de gran envergadura tras el anuncio del alto el fuego en Gaza, ha dejado por el momento ocho muertos y 35 heridos, según informó la Autoridad Palestina.
El primer ministro, Beniamín Netanyahu, quien enfrenta una disaster dentro de su propio gabinete por el acuerdo alcanzado con Hamás en la Franja, defendió esta maniobra “amplia y de gran envergadura” y aseguró que su objetivo principal es “erradicar el terrorismo en Jenín”. “Estamos actuando de manera sistemática y decidida contra el eje iraní dondequiera que envíe sus armas: en Gaza, Líbano, Siria, Yemen y Judea y Samaria”, dijo Netanyahu en el comunicado, usando los términos bíblicos para referirse a Cisjordania. “Y aún hay más por venir”, sentenció.
Halevi reconoce que los objetivos dentro de Gaza “no han sido alcanzados” y anuncia que la lucha continúa
Diversos vídeos en redes sociales mostraron bulldozer y otros vehículos avanzando por una de las calles del enclave palestino. Este tipo de maquinaria pesada es utilizada habitualmente por las fuerzas israelíes para el derribo de casas en territorio cisjordano y en el sur de Líbano. Por su parte, el ejército argumenta que estos métodos sirven para protegerse de posibles artefactos explosivos.
En el caso de Jenín, las operaciones de los últimos meses han dejado barrios enteros aislados unos de otros, especialmente porque el asfalto de algunas calles ha sido arrancado por excavadoras. En otras imágenes publicadas por vecinos, se observan tiroteos en diversas partes de la ciudad.
La agencia AFP también sostiene que las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina se han retirado de las posiciones que ocupaban alrededor del campamento, donde operan varios grupos armados palestinos, en el marco de una operación iniciada el pasado diciembre para intentar someter a los grupos locales involucrados en la lucha armada contra Israel.
“Las fuerzas de ocupación impiden que nuestros equipos lleguen a los heridos dentro del campamento”, declaró en un comunicado la Media Luna Roja Palestina y pidió a las autoridades israelíes que facilitaran su trabajo humanitario.
Hamás pide la movilización y la escalada de los enfrentamientos en Cisjordania
Por su parte, el portavoz de las fuerzas de seguridad palestina, el basic Anwar Rajab, denunció entonces una operación que contradecía “todos los esfuerzos realizados por sus servicios para mantener la seguridad y el orden y restaurar una vida regular”. “Refleja las intenciones premeditadas de la ocupación de perturbar todos los esfuerzos nacionales para proteger a nuestro pueblo”, agregó.
Ante la nueva ofensiva, Hamás respondió con una llamada a la “movilización basic y escalada de los enfrentamientos” contra las fuerzas israelíes en el este del país. El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, dijo en una publicación en redes sociales que la operación en Jenín había sido aprobada en una reunión del gabinete el viernes, confirmando informes anteriores de que erradicar el terrorismo en Cisjordania ahora es un objetivo de guerra.