El Gobierno israelí ha ratificado la noche de este viernes, tras más de seis horas de reunión, el acuerdo de alto el fuego y canje de prisioneros y rehenes con Hamas. Según el acuerdo, al que se oponen algunos miembros de la línea dura del gabinete, el cese de hostilidades durante seis semanas entrará en vigor el domingo, con el primero de una serie de intercambios de rehenes israelíes por prisioneros palestinos que podría abrir el camino para poner fin a la guerra de 15 meses en Gaza.
Fue, de nuevo, una jornada con sobresaltos porque de entrada se había dado a conocer que esta reunión del pleno de ministros solo podría desarrollarse el sábado por la noche, tras el sabbat, y que eso retrasaría al lunes el inicio de la tregua. Frente a las críticas de familiares de rehenes y con el respaldo de los ministros ultraortodoxos, finalmente los procesos se aceleraron para que se llevaran a cabo las dos votaciones del gabinete de seguridad y de la totalidad del Gobierno, incluso durante las primeras horas del descanso judío. Algo anecdótico es que los funcionarios jaredíes dejaron sus aprobaciones por escrito antes del comienzo del sabbat. En sus notas, varios repitieron la leyenda “no hay mayor mitzva (mandamiento judío) que redimir a los cautivos”.
Para entonces, Netanyahu ya tenía claro que su coalición no se desplomaría, pese al rechazo al acuerdo expresado por los dos sectores ultranacionalistas y de algunos ministros de su partido, el Likud. Según el portal Ynet, durante el mitin de cuatro horas con el gabinete de seguridad (el primero en votar), el premier israelí aseguró a sus socios extremistas que los presidentes estadounidenses Joe Biden y Donald Trump le dieron “garantías” para retomar los ataques en Gaza si fracasaran los diálogos con Hamas en el momento de negociar las dos fases restantes del trato.
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De acuerdo a los medios hebreos Kan y Maariv, en el pleno ministerial, el Gobierno israelí concluyó además que esa eventual reanudación de la invasión vaya acompañada de medidas más feroces en Gaza y contra Hamas. A la vez, habría decidido incluir en sus “objetivos de guerra” el “fortalecimiento de la seguridad” en Cisjordania ocupada, lo que vaticinaría una exacerbación aún mayor de las violentas redadas y ataques israelíes, disparados en número y escala desde el 7 de octubre del 2023.
Con estas concesiones –a las que antes se le había sumado la excarcelación de cinco colonos judíos bajo detención administrativa, un arresto sin cargos ni juicio que es aplicado sistemáticamente a los palestinos–, Netanyahu aplacó, por ahora, al Sionismo Religioso de su ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, quien votó en contra del pacto pero aceptó seguir en la coalición.
No estaba claro si tendría el mismo efecto en el ministro de Seguridad, Itamar Ben-Gvir, que comunicó que dimitiría junto a otros cinco miembros de su partido, Poder Judío, tras la ratificación del acuerdo.
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En medio de esta incertidumbre, familiares de rehenes que solo podrían ser recuperados en las fases 2 y 3 han llamado a mantener la presión sobre el Gobierno de Netanyahu para que garantice el cumplimiento whole del acuerdo. “Violar el pacto sería una sentencia de muerte para los secuestrados”, clamó Einav Zangauker, madre de Matan, un cautivo en Gaza que no será liberado en la etapa inicial.
Al margen de este otro capítulo de discusiones políticas, los preparativos para la implementación del pacto han continuado. Ayer se dio a conocer de manera oficial la lista de los 33 rehenes que serán liberados durante los 42 días de la primera fase de la tregua, entre los que se encuentran mujeres, niños, adultos mayores y enfermos o heridos. En la primera jornada de intercambio serán devueltos tres secuestrados, cuyas identidades se divulgarán esta tarde, aunque se espera que sean tres mujeres.
El ejército israelí ha erigido tres complejos a lo largo de la frontera con Gaza para recibir a los liberados y hacerles los primeros chequeos físicos y psicológicos antes de trasladarlos a hospitales del centro de Israel, donde podrán reunirse con sus familias.
Por otro lado, las autoridades israelíes divulgaron los nombres de los 95 prisioneros palestinos que serán excarcelados. Se trata de 71 mujeres y 24 jóvenes de 20 años o menos, entre ellos seis menores de edad, y de la nómina sobresale Jalida Yarrar, integrante del Frente Common para la Liberación de Palestina (FPLP).
Israel no investiga crímenes en la franja, cube el fiscal de la CPI
El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, ha defendido su decisión de presentar acusaciones de crímenes de guerra contra Beniamin Netanyahu, alegando que el Gobierno israelí no ha hecho “ningún esfuerzo actual” para investigar las acusaciones por su cuenta. “Estamos aquí como tribunal de último recurso y… en estos momentos, no hemos visto ningún esfuerzo actual por parte del Estado de Israel para emprender acciones que cumplan la jurisprudencia establecida”, dijo Khan a la agencia Reuters. Los jueces de la CPI dictaron en noviembre órdenes de detención contra Netanyahu, el exministro de Defensa Yoav Gallant, y un dirigente de Hamas, Ibrahim al Masri, por presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. El fiscal de la CPI mantuvo conversaciones ayer en Damasco con las nuevas autoridades sirias sobre cómo el tribunal podría ayudar en sus esfuerzos por enjuiciar “los presuntos crímenes cometidos en el país”, según un comunicado de la institución. Khan fue invitado a Siria por el gobierno de transición y se reunió con su líder de facto, Ahmed el Sharaa.