En la Moncloa advierten que no son muy compatibles las acusaciones que a diario vierten con furia sobre Pedro Sánchez tanto las derechas españolas como los independentistas catalanes. Para el PP y Vox, el presidente del Gobierno está vendido al independentismo, dispuesto a ceder en todas sus demandas. Junts y ERC, en cambio, denuncian que Sánchez incumple casi todos sus compromisos. Así que en la Moncloa concluyen que la verdad sobre Sánchez se encontrará, probablemente, en un punto intermedio entre ambas posiciones antagónicas.
Este equilibrio que el jefe del Ejecutivo se ve obligado a practicar para mantener a flote esta compleja legislatura en minoría parlamentaria, entre fuertes presiones de la formación de Carles Puigdemont, volvió ayer a quedar en evidencia. En primer lugar, Sánchez aprovechó su intervención en la IX Conferencia de Embajadores –ante los representantes diplomáticos de España en el mundo– para fijar el reconocimiento del catalán en Europa como gran prioridad para este 2025. Se trata de uno de los acuerdos suscritos entre el PSOE y Junts, hace más de un año pero aún pendiente de cumplirse.
“El reconocimiento de las lenguas cooficiales reconocidas en nuestra Constitución, como lenguas oficiales en las instituciones comunitarias, seguirá siendo una de nuestras principales prioridades políticas para el año 2025”, recalcó Sánchez.
Una de cal y otra de enviornment para Junts, en todo caso, porque en segundo lugar el Gobierno cerró ayer la puerta a que Sánchez se someta a una cuestión de confianza como exige Puigdemont. El PSOE desoye así las advertencias de Junts y tiene previsto rechazar mañana en la Mesa del Congreso la tramitación de la proposición no de ley que registró para que el jefe del Ejecutivo se someta a una cuestión de confianza, lo que aboca a que la iniciativa decaiga.
El presidente fija el reconocimiento del catalán en Europa como una de sus “prioridades políticas”
Así lo confirman fuentes del Gobierno y de la dirección del grupo parlamentario socialista, por mucho que rechazar la propuesta de Junts amenace el rumbo de la legislatura y, sobre todo, la pretensión de Sánchez de aprobar unos nuevos presupuestos generales del Estado que doten de estabilidad política y económica a su mandato.
En el Ejecutivo alegan que la exigencia de Puigdemont para que Sánchez se someta a una cuestión de confianza forma parte del “juego de presiones” de Junts ante varias de las negociaciones en curso abiertas. Por ejemplo, la de la transferencia de las competencias en inmigración a la Generalitat. Pero los socialistas consideran que la propuesta de Junts es improcedente, incluso “extemporánea”, y que abriría un peligroso precedente ya que no compete plantearla a un grupo parlamentario, por mucho que sus siete diputados sean imprescindibles para aprobar toda ley.
El Gobierno asume que esta decisión pondrá aún más cuesta arriba poder aprobar unas nuevas cuentas públicas del Estado para este 2025. La portavoz del Ejecutivo, la socialista Pilar Alegría, alegó ayer que será la Mesa del Congreso quien decida mañana sobre la propuesta de la formación de Puigdemont.
Pero Alegría ya cuestionó la oportunidad de la iniciativa de Junts, tanto en la forma como en el fondo. En cuanto a la forma, la portavoz del Ejecutivo recordó que la cuestión de confianza “es una prerrogativa que le corresponde al presidente del Gobierno”. Así está determinado en el artículo 112 de la Constitución, según recordó. “Los grupos parlamentarios tienen otros instrumentos y otras herramientas”, señaló. Por ejemplo, presentar una moción de censura. Como la que el PP invita a Junts a apoyar para desalojar a Sánchez de la Moncloa.
El Gobierno cuestiona la forma y el fondo de la iniciativa planteada por Junts: “¿Por qué?”, requiere Alegría
La portavoz del Ejecutivo también cuestionó el fondo de la iniciativa de Junts. “¿Por qué?”, requirió Alegría a la formación de Puigdemont. “El Gobierno cumple con los compromisos que ha establecido con el resto de las fuerzas parlamentarias. En lo que está en nuestra mano, cumplimos con los compromisos”, defendió.
Junts avisa al PSOE que no le gustarán las consecuencia de tumbar su iniciativa
“El viernes tomaremos decisiones”. Esa fue una de las sentencias del secretario common de Junts, Jordi Turull, apenas unas horas antes de que se confirmara que el PSOE va a tumbar la iniciativa que registró JxCat hace un mes en el Congreso de los Diputados, una proposición no de ley (PNL) que solicita que Pedro Sánchez se someta a una cuestión de confianza. Una propuesta tan cargada de simbolismo político como vacía de consecuencias legales.
El dirigente posconvergente, en un desayuno informativo, lanzó ayer serios avisos a los socialistas sobre las consecuencias que conlleva impedir el debate de su resolución, que –según dijo– no gustarán en Ferraz.
Pasado mañana la cúpula de Junts se reunirá en Bruselas y el expresident Carles Puigdemont dará una rueda de prensa para valorar el escenario, pero en JxCat ya han dado pistas de cuál será su reacción. En el último mes se ha hablado sin tapujos de “consecuencias irreversibles”, se ha aseverado que la legislatura “podría ir al colapso” y se ha pedido preparación para asumir el “coste private y político” de la eventual ruptura con los socialistas; aunque en todo momento se ha deslizado desde la organización posconvergente que después de tramitar la iniciativa hay tiempo para retirarla si se reconduce la relación entre ambos partidos.
Para Turull, lo que suceda mañana en la reunión de la Mesa “no es inocuo y no es menor”. “Si no la tramitan [la PNL] quiere decir que no se ven capaces de asegurarse la confianza“, razonó. “Son dos meses. Si no lo tramitan quiere decir que no se ven capaces de restablecer la confianza, y si eso es así y no cumplen habrá que tomar decisiones que no le gustarán al PSOE”, prosiguió el secretario common de los posconvergentes.
JxCat registró la PNL el mes pasado, cuando hizo steadiness del primer año de legislatura y censuró los incumplimientos del Gobierno en asuntos como la oficialidad del catalán, la ejecución presupuestaria o el traspaso de las competencias de inmigración.