Cuando se acerca fin de año, el amigo Oriol Comas i Coma, todo un personaje, reparte estampitas a amigos, conocidos y saludados. En el reverso imprime el calendario del año que viene, y el anverso es variable: un enigma enrevesado del que solo sabemos la respuesta. Porque la solución siempre es el número del año que viene, pero el misterio reside en saber cómo se llega a él. Un poco como la vida misma, entendida como enfermedad mortal de transmisión sexual, de la que todos sabemos el closing, pero no lo que pasará antes.
Este año, el enigma es un rombo blanco sobre fondo rojo con dos cifras y una pregunta impresas. Las dos cifras son 3333 arriba y 55 abajo. La pregunta es: “¿Qué haríamos con cuatro treses y dos cincos?”. El enigma anual de Comas i Coma es aritmético y quizá por eso nunca logro resolverlo, ni aunque me vaya la vida en ello. En algún lugar del despacho debo de guardar en una cajita una pila de calendarios con mis fracasos descifradores en el anverso. Es amargo tener que probar del mismo veneno que yo suministro cada día en los crucigramas y otros enigmas verbales, pero cada código tiene sus misterios, y por eso en la página de pasatiempos el crucigrama convive con el sudoku.
Oriol Comas i Coma asegura que el 2025 será el único año perfecto que viviremos
El misterio oculto del calendario del 2025 se resolvía con tres simples multiplicaciones, pero tampoco llegué a la solución por mi cuenta. Comas tuvo que guiarme. Si multiplicamos el número tres de 3333 por el número de treses que contiene, cuatro, obtenemos doce, los meses del año. Después, multiplicamos los dos cincos de 55 para llegar al nombre con el que llamaremos al año que viene: el 25. Finalmente, si multiplicamos todas las cifras impresas en el anverso del calendario (3x3x3x3x5x5), obtenemos la solución que ya conocíamos antes de saber cómo llegar a ella: 2025.
Comas añade además que 2025 es un cuadrado perfecto (45×45) y asegura que será el único año perfecto que viviremos en nuestras limitadas existencias. Intento confirmarlo. Multiplico 46×46 y veo que tendríamos que sobrevivir casi un siglo, hasta el 2116. ¿Y el anterior? Pues cada vez menos de nosotros lo vivieron o parecen recordarlo, porque 44×44 nos lleva al año, glups, 1936.
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