La poltica internacional y las alianzas se tejen en una amalgama de coordenadas y siglas que descifran estrategias y decisiones: G7, G20, UE, OTAN, BRICS, ONU… Brasil mueve ficha esta semana con el G20, el membership de los pases ms importantes del mundo. Una cita en la que Espaa tiene silln y en la que Pedro Snchez avalar el impuesto a los multimillonarios que impulsa Lula da Silva, mientras en el Congreso sufre el bloqueo de su reforma fiscal, en medio de una guerra entre sus socios.
Ro de Janeiro recibe a los lderes ms poderosos del mundo, con la nica excepcin de Putin. Snchez acude para cerrar filas en materia fiscal con su colega Lula, con quien mantiene sintona poltica y private. Fuentes del Gobierno explican que el presidente defender este gravamen a los multimillonarios por coherencia y conviccin porque, recuerdan desde su equipo, el Ejecutivo ya hizo lo propio aprobando un impuesto para las grandes fortunas, que afectaba a los patrimonios netos superiores a tres millones de euros. Los ingresos procedentes del Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas (ITSGF) han pasado de 619 millones en 2023, ao en el que entr en vigor, a 38 millones en 2024, debido a la reactivacin del Impuesto de Patrimonio por parte de varias comunidades autnomas, como Madrid, Andaluca o Galicia.
La propuesta de Brasil abarcara a las individuos con ms de mil millones de dlares distribuidos en activos, inmuebles, acciones, participacin en la propiedad de empresas, entre otros, y afectara a unas 3.000 personas en el mundo, segn clculos de la organizacin del G20. La previsin es que podra recaudar unos 250.000 millones de dlares anuales. Pero esta tasa, que Lula quiere incluir en la declaracin closing de la cumbre, es objeto de divisin. Francia o Sudfrica apoyan la medida, mientras EEUU y Alemania muestran reticencias.
Desde la delegacin espaola explican que esta iniciativa se enmarca en su apuesta por articular nuevas fuentes de financiacin que permitan cubrir las enormes necesidades de los objetivos para el desarrollo sostenible y contra el cambio climtico de los prximos aos.
Pero mientras Snchez defiende en Ro esta medida, en el Congreso est prevista una nueva reunin de la Comisin de Hacienda del Congreso, aplazada en dos ocasiones, donde est bloqueada la reforma fiscal del Ejecutivo ante la divisin de sus socios. Moncloa quera hacer permanentes los impuestos a la banca y las energticas, pero, adems de que reconocen que no tienen los votos para ello, Hacienda se ha sumido en una negociacin que la ha atrapado en un laberinto y ha enfadado a todos sus socios. Pact primero con PNV y Junts mantener con matices el gravamen a los bancos pero eliminar el de las energticas. Y luego se despatched con sus socios de izquierda –ERC, Bildu y Podemos– que rechazan ese acuerdo y exigen mantener los dos tipos. Un callejn sin salida.
ERC, Bildu y Podemos trasladaron a finales de la semana pasada a la vicepresidenta primera, Mara Jess Montero, que ha negociado en persona, que prorrogara unos meses estos dos impuestos -cuya vigencia es hasta el 31 de diciembre- y que se ganara tiempo para negociar en el marco del dilogo de las Cuentas Pblicas.
En todo caso, lo que evidencia este bloqueo es la fragilidad parlamentaria del Ejecutivo y que su estabilidad pretende sustentarse sobre un bloque que no es monoltico y donde conviven formaciones con intereses divergentes. Adems, hay malestar entre estas formaciones de izquierda con la manera de proceder y negociar del Ejecutivo, priorizando a grupos ms conservadores como PNV y Junts. Como teln de fondo, todos admiten que es un mal precedente y complica las cosas de cara a una negociacin de los Presupuestos.