El partido marxista del nuevo presidente esrilanqués, Anura Kumara Dissanayake, ha obtenido la mayoría parlamentaria con una clara victoria en las elecciones legislativas, con más del 61% de los votos. El Partido del Poder Fashionable Nacional (NPP), por sus siglas en inglés, ha obtenido la victoria sumando un 30% más de apoyos que los que consiguió su líder en las presidenciales de septiembre, imponiéndose al resto de candidatos, con mayor trayectoria política en la isla.
Este resultado le otorga al NPP más de una mayoría de dos tercios en el Parlamento, lo que facilita la implementación de cambios en la constitución del país, en especial en el ámbito de la lucha contra la corrupción, uno de los objetivos en la campaña de Dissanayake.
El triunfo electoral del nuevo presidente no ha sido una sorpresa. Supo ganarse el apoyo del electorado joven y del medio rural con sus promesas para poner fin a la corrupción y renegociar el acuerdo que la isla mantiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Por primera vez desde la independencia de la isla hace 74 años, los votantes de las provincias septentrionales y orientales, donde el resultado está tradicionalmente condicionado por cuestiones étnicas y religiosas, se han decantado por un partido de clara tendencia marxista.
Sri Lanka se vio machacada por una disaster económica en 2022 desencadenada por una grave escasez de moneda extranjera que la llevó a la suspensión de pagos soberana. Así mismo, provocó que su economía se redujera un 7,3% en 2022 en una grave recesión. El líder marxista también pretende ajustar los objetivos establecidos por el FMI para common el impuesto sobre la renta y poder liberar fondos para invertir en bienestar para los millones de personas más afectadas por la disaster.
El principal desafío de Dissanayake durante su mandato, de cinco años, será seguir con la recuperación económica iniciada por el expresidente Ranil Wickremesinghe, intentado que las medidas que emplee para ello no le hagan perder popularidad, como sucedió con su antecesor.