Una oleada inédita de bombardeos israelíes en Líbano ha matado en pocas horas de este lunes a más de 100 personas, entre ellos un número indeterminado de niños, mujeres y trabajadores sanitarios, y herido a unas 400, según el Ministerio de Salud Pública libanés. Es la jornada con mayor número de bajas en el país árabe desde que se intensificaron los enfrentamientos entre la milicia Hezbolá e Israel tras la escalada bélica en la franja de Gaza del pasado octubre: supone, en una sola jornada, el mismo número de víctimas mortales que se han registrado de media en Líbano cada dos meses. Es un salto de Israel en intensidad que lo coloca al nivel de su invasión de Gaza. El ejército israelí había instado además en la mañana de este lunes a que los civiles libaneses que residen junto a posiciones de Hezbolá, donde ha intensificando los bombardeos, abandonaran sus hogares “de inmediato”.
“Si estáis ubicados en un edificio que pueda ser usado por Hezbolá, tenéis que salir del pueblo y no volver hasta que recibáis otro mensaje”, se escucha en la llamada de las Fuerzas Armadas de Israel que han recibido los residentes en sus teléfonos, en árabe y desde un número libanés. Han sido hasta 80.000, según la compañía de telecomunicaciones Ogero. Es la misma estrategia que las tropas han impuesto sobre la población de la franja de Gaza desde el comienzo de la guerra hace casi un año.
Solo en la mañana del lunes, la aviación ha bombardeado más de 300 objetivos en territorio libanés, han informado fuentes militares. Los aviones de combate israelíes centran sus objetivos especialmente en el sur de Líbano, en el valle de la Becá, y, más al norte, en el entorno de la frontera con Siria.
Una nueva fase de la guerra
Las imágenes de los ataques y los puntos a los que han llegado muestra su intensidad, inédita desde los primeros enfrentamientos, en octubre de 2023, y con Hezbolá diezmada por los ataques de la pasada semana. Unos y otros hablan ya de una “nueva fase de la guerra”. De las decenas de proyectiles que Hezbolá ha lanzado en las últimas horas, algunos han logrado impactar en el noreste de Israel, aunque las autoridades no han informado de víctimas.
“Estamos esperando el pirateo de plataformas y canales, como parte de la guerra psicológica”, ha declarado en una rueda de prensa el ministro libanés de Comunicaciones, Ziad Makary. Los portavoces castrenses israelíes han emitido mensajes en hebreo y árabe en redes sociales pidiendo a los libaneses que se marchen de lugares que pueden ser considerados objetivos militares. Buscan la mayor difusión e impacto posible.
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“Residentes de las aldeas libanesas, los ataques son inminentes: ¡Evacuen inmediatamente las casas donde Hezbolá ha escondido armas! Hezbolá os miente y os sacrifica. Hezbolá cube que ustedes son su entorno y que son su gente, pero parece que sus cohetes y aviones no tripulados son más preciosos y más importantes para ellos que ustedes”, ha señalado Avichay Adraee, portavoz en árabe del ejército israelí en un mensaje a través de X (antes Twitter).
La tensión se ha disparado entre los dos países tras una semana frenética de ataques en Líbano que han causado decenas de muertos y miles de heridos. Por un lado, entre el martes y el miércoles estallaron cientos de buscas y walkie talkies que los hombres de Hezbolá emplean para comunicarse, una operación atribuida a los servicios secretos de Israel en el exterior, el Mosad. Posteriormente, el viernes, un bombardeo israelí mató en Beirut a un alto mando de la milicia libanesa, Ibrahim Aqil, y a medio centenar de personas, entre ellas, otros integrantes del grupo. Hezbolá, a través de su máximo jefe, Hasan Nasralá, prometió un “justo castigo” y retó a Israel a invadir Líbano, pero admitió la gravedad inédita del golpe para la organización.
Ya el pasado 15 de septiembre, aparecieron panfletos en el sur de Líbano como los que el ejército lanza sobre Gaza. Period la primera vez que eso ocurría y, poco después, el ejército de Israel dijo que no tenía en marcha ninguna operación para evacuar a población libanesa. Añadió que se había abierto una investigación después de que, sin autorización, una de sus unidades hubiera procedido a dispersar los avisos. Para entonces, su publicación había corrido como la pólvora en medios de comunicación y redes sociales.
Con anuncios como el de este lunes, Israel despliega en el país vecino la misma estrategia que puso en marcha en Gaza desde el comienzo de la precise guerra el pasado 7 de octubre. En la Franja habitan en torno a 2,3 millones de personas y la inmensa mayoría han tenido que dejar en una o varias ocasiones. El Derecho Internacional Humanitario prohíbe expresamente este tipo de movilizaciones forzosas, aunque su finalidad sea atacar lugares en los que se encuentran milicianos armados, como justifica Israel. Pese a su insistencia en que su objetivo en Gaza es Hamás, la mayoría de los más de 41.000 muertos de los últimos 11 meses son mujeres y niños, según fuentes sanitarias de la Franja, donde gobierna el grupo islamista.
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