Roglic gan. O’ Connor flaque. Mas creci. Sintetizado, fin del resumen. Ahora, pormenorizando, el esloveno, entre la diferencia en la victoria y la bonificacin, le ara, no, le arranc casi un minuto al australiano y est ahora a 3:49. El espaol asciende al podio en un da en el que Joao Almeida, reventado, se despidi de sus ilusiones. Landa, tercero en la meta, es ahora quinto en la normal.
Otra vez, y van unas cuantas, empieza otra Vuelta. De manivela. Mejor de tuerca. En una etapa por terrenos elevados, pero carreteras sin excesivas brusquedades, con un puerto de segunda perdido por el recorrido, y presidida por 4,8 kms. brutales al 7,1% de media y con picos del 20%, en la cima de Cazorla, el esloveno fue el rey. Se ci una corona de steel precioso y le impuso a O’Connor, an lder, con ventaja, pero tembloroso, una de espinas. Roglic, en ese eplogo de fuego a, otra vez, casi 40, tir de los restos dolientes del pelotn de ilustres y lo hizo aicos. Slo le aguant Enric Mas, cuya derrota en la lnea de llegada es de las que valen por uno de esos triunfos que no acaba de abrochar.
Roglic, desbocado, rebas a Oier Lazkano, Harold Tejada y Luca Vergallito, despojos supervivientes de los escombros de una fuga de ocho hroes con gloria y sin premio, y anunci con cohetera que est aqu, que ha vuelto sin, ya se ve, haberse ido. No hay ms que hablar. No hay ms que esperar, primero, a la etapa dominical y, luego, que venga lo que tenga que venir. Y no por obra del azar, sino del hombre. Del ciclista. De los ciclistas.
Cazorla ense su rampa
Federico Garca Lorca, de cuyo asesinato se cumplieron 88 aos el pasado da 18, hace una semana, escribi: “Cazorla ensea su torre y Benamej la oculta”. En la Vuelta, la jienense Cazorla ense su rampa y la cordobesa Benamej quedaba a 246 kms. al sudoeste. A mitad de camino entre ambas espera la lorquiana Granada, donde la carrera tendr, dicho est, este domingo una prueba determinante. La lrica dar paso a la pica.
Granada, en su quebrado paisaje y sus tres ascensos de primera apiados en la segunda mitad de la etapa, promete la, tambin segunda gran batalla normal de la Vuelta, despus de la del Pico Villuercas y, en explosiva brevedad, sta de Cazorla. Roglic ascendi entonces, en Villuercas, a un liderato que perdera, dos das despus, en Yunquera, a manos de Ben O’Connor y su solitaria proeza. Las circunstancias son ahora distintas.
O’Connor que pareca un lder slido, se ha tambaleado sin llegar a caer. Quizs tuvo un da common en una cuesta breve pero especialmente ruda. Quizs el calor, que de un modo u otro afecta a todos, le jug una mala pasada. Veremos.
La carrera no se circunscribe solamente a l y Roglic. Ahora mismo s, porque encabezan la normal. Es la guerra entre las actuales primeras potencias. Pero hay otros combates, otras escaramuzas y otros nombres con distintas aspiraciones y capacidades. Sujetos todos a los azares de la carretera.
Ahora, a pensar en Granada, colofn de una de las etapas reina. Ante lo que nos promete, recordamos, despus de Lorca, al poeta mexicano Francisco de Icaza: “No hay en la vida nada peor que ser ciego en Granada”.