“Una ruina”. Así describió Europa mi gran predecesor Ernest Bevin al ultimate de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, su generación y él no sólo reconstruyeron físicamente nuestro continente de las cenizas; también establecieron un conjunto de valores comunes que, gradualmente, han hermanado más a Europa. Un elemento central de esta nueva period fue el Consejo de Europa, creado por el Tratado de Londres hace 75 años. Este Tratado consagró derechos fundamentales para impedir que el mal del fascismo surja de nuevo en nuestro continente.
Hoy, Su Majestad el Rey Carlos y el primer ministro Keir Starmer recibirán a los líderes europeos en el Palacio de Blenheim para la cuarta reunión de la Comunidad Política Europea (CPE). Vamos a exponer con orgullo el Tratado de Londres authentic, un recordatorio de los valores compartidos que sustentan la cooperación europea hasta el día de hoy. Esta será la primera reunión de la CPE a la que asistirá la secretaria normal del Consejo de Europa, Marija Pejčinović Burić.
Los dirigentes europeos se reúnen en un momento en el que, una vez más, el fascismo asoma su fea cabeza en nuestro continente. El valiente pueblo ucranio está luchando contra una nueva encarnación de un mal familiar. En toda Europa nos enfrentamos a amenazas híbridas: desde ciberataques hasta asesinatos en nuestras calles. A nivel mundial, hay más conflictos activos que en cualquier otro momento desde la Segunda Guerra Mundial. Las cambiantes placas tectónicas del orden económico han dejado a los trabajadores sin las oportunidades económicas que merecen. La disaster climática se está acelerando y agravando cada uno de estos desafíos, al tiempo que deja su huella en la naturaleza.
El nuevo gobierno británico volverá a conectar al Reino Unido con el mundo. Eso comienza por nuestros amigos y vecinos europeos. Nos enfrentamos a desafíos comunes, y compartimos los mismos valores democráticos y el mismo compromiso con el derecho internacional. Juntos, es hora de un reinicio. La CPE reúne a países de todos los rincones de nuestro continente. Cada uno con sus propias experiencias y perspectivas. Algunos son miembros de la Unión Europea; otros, como el Reino Unido, no lo son.
Lo que compartimos es la convicción de que, para que todos prosperemos, Europa debe afrontar unida los desafíos actuales. Que todos somos más fuertes cuando trabajamos unos con otros para construir un futuro mejor. Ese es el espíritu de 1949, cuando se firmó el Tratado de Londres, y el espíritu con el que hoy dirigiremos los debates en Blenheim.
Juntos debemos permanecer unidos frente a la agresión rusa. Debemos forjar vínculos industriales más estrechos en materia de seguridad y defensa si queremos derrotar la nueva forma de fascismo de Putin. La propuesta del nuevo Gobierno británico de un Pacto de Seguridad ambicioso y de amplio alcance entre el Reino Unido y la UE apuntalaría dicha colaboración, consagrando una nueva asociación geopolítica.
Juntos, debemos aumentar la cooperación para acabar con las bandas de tráfico de personas. Este comercio infame no debe poder prosperar en nuestro continente. Necesitamos sumar nuestros recursos para ser más eficientes y eficaces a la hora de salvar vidas. El nuevo Mando británico de Seguridad Fronteriza contribuirá a ello, reuniendo a los distintos organismos relevantes en el Reino Unido para trabajar en Europa y más allá. Necesitamos analizar esta cuestión en su conjunto, perseguir a los delincuentes peligrosos y hacer más en origen para abordar las causas por las que las personas recurren a los traficantes para empezar.
Y juntos debemos lograr prosperidad para los habitantes de toda Europa. Debemos facilitar al máximo que personas y empresas puedan viajar, comerciar e invertir. El nuevo gobierno británico se centrará en trabajar con las empresas de un modo consistente para lograr un crecimiento sostenible, aprovechar las oportunidades de la transición a las energías limpias e impulsar la innovación.
En un debate parlamentario tras la creación del Consejo de Europa, Bevin observó: “No existe un único método mediante el cual podamos lograr la unidad [europea]”.
La propia CPE es una innovación más reciente que el Consejo de Europa. Crear nuevos foros para complementar las que tenemos es totalmente coherente con el realismo de Bevin. Creo que habría estado de acuerdo con el difunto gran historiador Tony Judt: si bien “la conversación… sobre las perspectivas para Europa tiende a oscilar bastante vagamente entre Pangloss y Casandra”, la historia del siglo XX nos enseña la necesidad de centrarnos en “mejoras incrementales”.
Hoy podemos ver el legado de estas mejoras realizadas por Bevin y otros: En la paz y prosperidad de la que ha disfrutado gran parte de Europa durante tanto tiempo, desde los años 40 del siglo pasado, ya sea de manera parcial o ya sea bajo amenaza; en el progreso hacia sociedades más justas e igualitarias; en la forma en que el resto de Europa ha apoyado a Ucrania frente a la agresión rusa.
No existe una solución milagrosa ni un método único para superar los desafíos que afrontamos. Pero gradualmente, juntos, podemos construir un futuro mejor. Esta CPE pasará página hacia una nueva period de cooperación británica con nuestros compañeros europeos. Esperamos darles la bienvenida a todos.