Es un cambio significativo en la negociación de la jornada laboral y especialmente en la posición del Ministerio de Trabajo. Si hace dos semanas lanzó un ultimátum a la patronal y hace una los acusó de burla del diálogo social, hoy el mensaje que ha trasladado el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, ha sido mucho más optimista. “La mesa ha avanzado”, ha afirmado al ultimate de la reunión de esta mañana con los agentes sociales.
Un avance que mucho tiene que ver con la nueva propuesta que la vicepresidenta Yolanda Díaz dijo que iba a presentar su ministerio y que hoy se ha concretado. Básicamente, ofrece a la CEOE que haya más márgenes de distribución irregular de la jornada, para que sectores con flujos discontinuos constantes a lo largo de todo el año, como la agricultura o la hostelería, puedan adaptarse mejor. Es decir que las empresas tengan más margen para las jornadas irregulares; la ley permite que la jornada varíe un 10% para atender las necesidades del servicio y con esta propuesta, en el 2025, este porcentaje se aplicará sobre las 40 horas actuales y no sobre las 37,5 horas.
Una segunda novedad de la propuesta presentada hoy es un agravamiento de las sanciones por incumplimiento de la jornada laboral cuando se ponga en peligro la salud del trabajador. En este caso, la sanción pasaría a ser considerará muy grave. Son casos como lo que comportaría un conducto que tenga que estar al volante 16 horas al día o al cargo de maquinaria peligrosa durante muchas horas. Estos son dos de les ejemplos planteados por Pérez Rey, a lo que añadió que “la sanción debe ser lo suficientemente grave para ser disuasoria”.
La oferta a la patronal de más flexibilidad para la jornada irregular no supone un cambio radical, pero sí que ofrece una vía abierta para continuar una negociaciones, que hasta el momento parecían embarrancadas con la patronal. Hoy la CEOE también ha concretado más, aunque sin presentar ningún documento. Ha pedido medidas de flexibilidad que no sean temporales, y que permitan mayor distribución y mayor flexibilidad de la jornada para adaptarse.
Pérez Rey ha agradecido esta disposición de la patronal y ha añadido que “nunca hemos puesto plazos” para cerrar la reforma, dando de esta manera más margen para esta negociación.
Los sindicatos han pedido tiempo para estudiar las dos modificaciones hoy presentadas, pero no parece que supongan obstáculos significativos. Lo que sí que han querido insistir es en pedir a la CEOE que negocie de verdad. “Un llamamiento a la patronal para que se añada al diálogo social”, ha dicho Fernando Luján, de UGT, que ha querido recordar que en el 1983, cuando la jornada laboral pasó de 43,5 horas a 40, se hico por decreto ley, sin transitoriedad, sin flexibilidad y no pasó nada. El mundo laboral lo asimiló perfectamente.
Por su parte, Carlos Gutiérrez, de CC.OO., ha dichoque están de acuerdo en negociar , pero que “nunca estaremos de acuerdo con el aplazamiento o la dilatación de la entrada en vigor de la reforma. No se pueden buscar subterfugios”.