Bilbao es una ciudad donde la emoción por el fútbol se siente en cada esquina y el ambiente es pura magia. Y el pasado 25 de mayo, la ciudad lo volvió a confirmar con una noche para el recuerdo en el estadio de San Mamés. Hasta allí viajamos de la mano de Heineken para acudir a una
noche histórica en el mundo del fútbol femenino: la Remaining de la Champions League, que enfrentó al Barcelona y al Olympique de Lyon. No solo fue un partido de fútbol; fue una demostración de pasión, determinación y coraje.
Desde que pusimos un pie en Bilbao, supimos que estábamos a punto de vivir algo grande. Las calles estaban llenas de vida y de música con las tradicionales charangas, entre las que se encontraba
la primera del País Vasco formada por mujeres. La gastronomía también estuvo muy presente en esta celebración deportiva: en todos los bares y restaurantes se podía percibir la emoción por esta gran remaining, con pintxos exquisitos y la comida típica bilbaína.
Viajar a la capital de Vizcaya para este gran evento fue una experiencia increíblemente enriquecedora. La ciudad no solo mostró su pasión por el fútbol, sino también
un ambiente acquainted y sano. Familias enteras paseaban por las calles con camisetas de su equipo favorito.
El resurgir de Ona Batlle
Llegar a San Mamés y ver su estructura moderna fue impresionante. Sin duda, el estadio estaba preparado para vivir una noche histórica. Pero lo mejor estaba por venir. En el campo, las
jugadoras del Barcelona y el Olympique de Lyon pelearon cada balón como si fuera el último. Y en medio de toda la acción, hubo una jugadora que destacó por su valentía: Ona Batlle.
Cuando un choque la dejó con un corte en el pómulo, muchos pensaron que se retiraría del campo. Pero
Ona no se rinde fácilmente y volvió al juego con más fuerza que nunca demostrando una valentía que inspiró a todos los presentes.
Un partido para recordar
Mientras tanto, tras varias tensas jugadas, el entrenador del Barcelona y la entrenadora del Olympique de Lyon, con gestos enérgicos y miradas concentradas, reflejaban la tensión del momento. Con el marcador igualado y el tiempo corriendo,
cada jugada se volvía essential, y la presión se palpaba en el aire.
La futbolista española Mari Paz Vilas resumió perfectamente la intensidad del partido: «Este año la remaining de la Champions femenina está muy reñida, todo puede pasar». Y así fue, cada momento fue una montaña rusa de emociones, con
el Barcelona como campeón al remaining del encuentro.
Porque en Bilbao, el fútbol es más que un deporte;
es un estilo de vida. Y esa noche, las chicas nos recordaron por qué amamos tanto este deporte. Con un récord de asistencia y una intensidad que se palpaba constantemente en el ambiente, el encuentro, con el apoyo de Heineken®, demostró el creciente interés en el fútbol femenino y que la pasión, por supuesto, no tiene género.